viernes, noviembre 15, 2024

De los robos legales

Con este asunto de las guerras, poco o nada se ha prestado atención a lo sucedido en Afganistán, que el fin de semana sufrió un terremoto 6.2 que hasta el domingo contabilizaba 2400 muertos y otro tanto de heridos…

Qué, como sabemos, son cifras que irán aumentando con los días, en cuanto se remuevan los escombros; pero por estar aislada del mundo, por el gobierno de los talibanes, no tiene acceso a la ayuda internacional…

Al parecer ni la Cruz Roja ha hecho acto de presencia.  Y México, tan solícito para apoyar en ese tipo de desastres, con el equipo de “Los Topos”, pues tampoco.  Por lo que, desde allá, solicitaron a organizaciones de beneficio social y al mundo en general, su apoyo, para paliar esta desgracia que arrasó una docena de comunidades que quedaron totalmente destruidas…

Pero por si eso no fuera ya suficiente, pues han tenido que remover los escombros a mano, pues nadie facilita maquinaria, ha vuelto a temblar.  Y con una intensidad de 6.3 en la escala de Richter –nombre en honor de Charles F. Richter (1900 – 1985)

Y aunque el primer temblor ya había destruido las estructuras más débiles, del segundo ya no reportan tanto daño; aunque ha habido réplicas.  Pero la psicosis que genera en quienes vivieron el acontecimiento, hace que la gente viva aterrorizada…

Como ahora se supone que deben de estar los palestinos, viendo hacia el cielo, esperando a que les caiga un misil.  Gaza, en estos tiempos, está ¡SITIADA!  Nadie puede salir ni refugiarse en ningún lado…

Jehovah les prometió una tierra que ya tenía dueño; pero fueron corridos por la fuerza, ante la negligencia -rayana en complicidad- de un mundo de hipócritas, que dice que ama la Paz, pero que siempre está en guerra…

Y como en la guerra el engañar es loable, pues vivimos engañados y todavía tomamos partido.  Pero, quién va a creer, como Biden, que ante los ojos del mundo entero decapitaron no sé cuántos bebés…

¡Por favor! quien no los conozca, que los compre.  Esos son cuentos judíos.  Remembranza de cuando Dios mandó matar a los primogénitos de los egipcios -chulada de Dios- por lo que los judíos marcaron los marcos de sus casas con sangre de corderos, que luego se comieron, para que se supiera que en esa casa eran judíos. Éxodo 12:6-7 y no se fueran a equivocar y se despacharan a uno que no…

Y de esas vaciladas que la gente toma muy en serio, está plagada la Biblia, o sea, la mezcolanza del Antiguo y el Nuevo Testamento. El primero, con un Dios iracundo y terrible, capaz de exterminar su propia obra…

Que no le gustó cómo quedó, pues los ahoga; tampoco le gustó el remanente, misiles con cargas nucleares sobre Sodoma y Gomorra.  Aclarando que los científicos -ay con los científicos- como Clau, son capaces de decir que algo se mueve como a 8 mil millones de años luz…

Y el segundo Testamento, presenta a otro Dios, todo bondad, que dicen que ya mero va a regresar, para enmendar el mundo de guerras que dejó el bilioso de su Apá; hoy entretenido en otro genocidio…

Pero, por otro lado, dicen los expertos -siempre hay expertos en todo- que mejor ni lo esperen, que no va a regresar, ni aunque le paguen -y eso que es judío- que ya tuvo bastante con la primera vez que pisó Tierra.  Qué si saben contar, que no cuenten con él.

Cambiando de tema…

Ante la declaración del Kremlin, que considera ilegal el bloquear sus activos en el extranjero.   La peligrosa Úrsula von der Leyen, ex ministra de Defensa de Alemania, del 2013 al 2019; y actual Presidente de la Comisión Europea, respondió: “No solo queremos congelar los activos rusos; sino confiscarlos para entregarlos a la reconstrucción de Ucrania”…

Por supuesto que Rusia consideraría esa incautación como un robo.  Y, a su vez, el Presidente Putin opinó, que “apropiarse de los bienes de los demás, nunca benefició a nadie”.  La pregunta que corresponde, es: ¿Qué habría sucedido si Rusia incautara los bienes de EE.UU.?

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

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