Agencias/Sociedad 3.0
Donald Trump, junto con sus dos hijos, compareció ante el tribunal de Manhattan en el segundo día de un juicio civil en el que se les acusa de inflar el valor de sus activos inmobiliarios en la década de 2010. Antes de entrar a la sala, el expresidente lanzó nuevos ataques contra la fiscal general de Nueva York, Letitia James, a quien tachó de «muy corrupta» y «extremadamente incompetente» ante la prensa.
En la sala de audiencias, Trump se sentó frente al juez Arthur Engoron, acompañado por uno de sus hijos, Eric Trump, y Letitia James, quien inició la investigación contra la Trump Organization, la empresa familiar del magnate, y dos de sus hijos. Donald Jr. y Eric.
La fiscal estatal busca que los acusados paguen 250 millones de dólares por daños y perjuicios, además de prohibir al expresidente ya sus dos hijos dirigir una empresa en el estado de Nueva York. Esta medida implicaría que Donald Trump perdería el control de varios de los edificios emblemáticos de su grupo, como la Trump Tower en la 5ª Avenida de Manhattan.
En el primer día del juicio, Trump calificó lo que le está sucediendo como una «farsa» y una «caza de brujas». Además, afirmó que se trata de un intento de perjudicarlo en las elecciones, ya que es el favorito en las primarias republicanas para regresar a la Casa Blanca en las elecciones del próximo año.
El juicio ganó importancia la semana pasada cuando el juez Engoron emitió que se había demostrado la existencia de un «fraude continuado» y que la fiscalía de Nueva York ya había probado que Donald Trump y los directivos de su grupo habían «sobrevalorado» su patrimonio entre 812 millones y 2 mil 200 millones de dólares entre 2014 y 2021.
Trump ha rechazado vehementemente las acusaciones y ha intensificado sus ataques contra la fiscal James, a quien ha calificado de «racista», y contra el juez Engoron, a quien ha llamado «trastornado».