Muchos de los gobiernos locales de Morena son un desastre. Gobernadores y presidentes municipales a quienes les ha quedado enorme el puesto.
Se entiende. Por un lado, este partido tenía pocos cuadros propios con experiencia política. Algunos llegaron al poder sin tener idea de cómo gobernar. Por el otro, a fin de subsanar la escasez de personal propio, el partido de López Obrador levantó mucho cascajo de otros partidos. Oportunistas que saltaron al barco morenista para “purificarse” y seguir medrando con el poder. Basura que no valía la pena recuperar.
No es sorpresa, entonces, lo mal que ha gobernado Morena en diversos estados y municipios del país.
Hoy lo vemos, de manera cristalina, en Guerrero. Ese estado ya venía en una franca decadencia producto del desgobierno de Evelyn Salgado, una mujer que llegó al poder sin experiencia alguna. Recordemos que Morena la lanzó como su abanderada porque el INE canceló la candidatura de su padre, Félix Salgado Macedonio, acusado de abuso y violación sexual, por no haber presentado el informe de las finanzas de su precampaña.
En cuanto Evelyn llegó a la gubernatura, el estado se descompuso más de lo que ya estaba. Tan sólo unos días antes del huracán Otis, el crimen organizado había asesinado a 13 policías de Coyuca de Benítez, incluyendo al secretario de Seguridad Pública del municipio.
Luego pasó Otis por las costas guerrerenses dejando una devastación completa. En lugar de engrandecerse por la tragedia, Evelyn se hizo más chiquitita. En el colmo de la frivolidad, en medio de la tragedia, posteó un video echándole porras a López Obrador en la zona de desastre.
En el gobierno local, a Evelyn la acompaña Abelina López, la alcaldesa de Acapulco. Hace tres años se hizo famosa porque, como diputada, confesó que había pagado un soborno a un ministerio público cuando ejercía como abogada.
Muchos de los gobiernos locales de Morena son un desastre. Gobernadores y presidentes municipales a quienes les ha quedado enorme el puesto.
Se entiende. Por un lado, este partido tenía pocos cuadros propios con experiencia política. Algunos llegaron al poder sin tener idea de cómo gobernar. Por el otro, a fin de subsanar la escasez de personal propio, el partido de López Obrador levantó mucho cascajo de otros partidos. Oportunistas que saltaron al barco morenista para “purificarse” y seguir medrando con el poder. Basura que no valía la pena recuperar.
No es sorpresa, entonces, lo mal que ha gobernado Morena en diversos estados y municipios del país.
Hoy lo vemos, de manera cristalina, en Guerrero. Ese estado ya venía en una franca decadencia producto del desgobierno de Evelyn Salgado, una mujer que llegó al poder sin experiencia alguna. Recordemos que Morena la lanzó como su abanderada porque el INE canceló la candidatura de su padre, Félix Salgado Macedonio, acusado de abuso y violación sexual, por no haber presentado el informe de las finanzas de su precampaña.
En cuanto Evelyn llegó a la gubernatura, el estado se descompuso más de lo que ya estaba. Tan sólo unos días antes del huracán Otis, el crimen organizado había asesinado a 13 policías de Coyuca de Benítez, incluyendo al secretario de Seguridad Pública del municipio.
Luego pasó Otis por las costas guerrerenses dejando una devastación completa. En lugar de engrandecerse por la tragedia, Evelyn se hizo más chiquitita. En el colmo de la frivolidad, en medio de la tragedia, posteó un video echándole porras a López Obrador en la zona de desastre.
En el gobierno local, a Evelyn la acompaña Abelina López, la alcaldesa de Acapulco. Hace tres años se hizo famosa porque, como diputada, confesó que había pagado un soborno a un ministerio público cuando ejercía como abogada.