Parte de la nueva clase política que gobierna en Jalisco, a partir de la llegada de Movimiento Ciudadano al poder en ese estado, María Elena Limón García ha sido señalada por construir un emporio económico y político al amparo del poder que adquirió como alcaldesa de Tlaquepaque, municipio en que gobernó de 2015 a 2021, y en donde no sólo omitió declarar en sus declaraciones patrimoniales bienes de su propiedad y cuentas bancarias, sino que además incurrió en presuntos actos de corrupción que han sido denunciados y colocó en puestos del gobierno municipal a miembros directos de su familia, acumulando una fortuna que se reseña en varios expedientes judiciales.
Es tal el cacicazgo que ejerce la actual diputada federal por MC, María Elena Limón, en Tlaquepaque, que cuando concluyó su segunda reelección en el municipio y de ahí saltó a la Cámara de Diputados, se dio el lujo de imponer como candidata emecista a la actual alcaldesa, María Citlali Amaya de Luna, quien trabajó con ella durante años y sigue recibiendo órdenes e instrucciones para manejar el municipio, entre otras la de mantener en la nómina a cinco sobrinos que ocupan puestos importantes en el Ayuntamiento, a un hermano, a su ex nuera, así como a hijos y cónyuges de sus familiares que cobran del municipio y desempeñan todos cargos públicos en la actualidad.
Sus sobrinos directos son los cinco hermanos Reynoso Mercado. César Arturo, director General de la Coordinación de Servicios Públicos de Tlaquepaque, con un sueldo de 31 mil 980 pesos mensuales; Francisco Javier, director de Mantenimiento a Vialidades y Pavimentos, cargo que ocupa desde 2015 con un sueldo de 9,869 pesos; Irma Yolanda Reynoso Mercado, titular de la Coordinación General de Salud, con sueldo de 29,743 pesos; José Inés, Director de Inspección y Vigilancia, con sueldo de 14,970, y José Armando chofer del Departamento de Taller Municipal, que cobra 4,386 pesos.
También colocó desde 2015 a su hermano José Luis Limón García como Director de Cementerios, con sueldo de 10,828 pesos y a su sobrina, la hija de éste, Priscila Sarahí Limón Tostado, como Secretaria Técnica, con 7,729 pesos; a su exnuera, Susana Ivette Hernández Ibarra, Directora de Relaciones Públicas de Tlaquepaque con sueldo de 10,826 y a dos cuñados de su hermano, José Alberto Tostado Estrada, Intendente de la dirección de Vigilancia, con sueldo de 3,737 pesos y Sandra Angélica Tostado, con el mismo puesto y sueldo.
Las denuncias que acumula la diputada María Elena Limón, durante su paso como presidenta municipal, suman en total 11 (de las que esta columna tiene copia), tanto ante la Fiscalía Anticorrupción de Jalisco, que ha sido omisa en investigar las acusaciones contra la funcionaria emecista, como ante la Contraloría Estatal, la Fiscalía del Estado de Jalisco, la Fiscalía General de la República y la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda. La mayoría de las acusaciones fueron interpuestas por Luis Armando Córdova Díaz, quien fuera regidor priista durante su primera gestión municipal, además de presidir el Centro de Estudios Pila Seca, una asociación civil que también aparece en las distintas denuncias.
Las primeras denuncias formales en su contra se interpusieron el 27 de noviembre de 2015, justo cuando iniciaba su primer periodo como presidenta municipal de Tlaquepaque, una por nepotismo ante la Contraloría Estatal, registrada con el expediente 250-DGJ/Q/2105-B, y otra por Responsabilidad Administrativa ante el Fiscal del Estado por la que se abrió la Averiguación Previa 900/2015, ante la Agencia 01 de la Fiscalía. De ahí, acumuló otras siete denuncias ante la Fiscalía Estatal de Jalisco, una por el delito de robo de luz, en 2015 (AP 5840/2015), dos por Responsabilidad Administrativa (AP 13/2016 y 132/2016), otra por Abuso de Autoridad y Nepotismo (carpeta 67335/2017) una más por el delito de Adquisiciones Irregulares de equipamiento de unidades (Carpeta 69654/2017).
Luego vinieron dos denuncias ante instancias federales, la primera ante la extinta PGR, por Enriquecimiento ilícito, Asociación Delictuosa y Abuso de Autoridad, a la que le abrieron la carpeta NUC: D-I/24773/2019; sin embargo, al declararse incompetente la PGR, remitió la denuncia a la Fiscalía Estatal de Jalisco que le abrió una nueva carpeta 117/2020 y es atendida actualmente por el Ministerio Público 0% de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción. La otra denuncia federal, que sigue abierta, fue presentada ante la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda por el delito de Operaciones con recursos de Procedencia Ilícita, el 24 de mayo de 2021, con una ampliación el 28 de junio del mismo año.
En las denuncias se documentan diversas irregularidades, tanto en las compras que realizó María Elena Limón como presidenta municipal, la mayoría por asignación directa, como en el abultado crecimiento de su patrimonio y el de sus familiares que laboran en el Ayuntamiento de Tlaquepaque, durante los más de 6 años en que ha gobernado y controlado. Por ejemplo, se menciona que tan solo entre 2015 y 2016, sus primeros dos años de gestión, Limón autorizó adquisiciones directas por 43 millones de pesos, con proveedores que sólo ella decidió y sin verificar precios o cumplir las leyes estatales sobre adquisiciones. Por esa vía compraron lo mismo 2 ambulancias por 2 millones 169 mil pesos, que 80 chalecos balísticos para mujer por 1 millón 908 mil pesos, o 10 motocicletas Yamaha por 1 millón 183 mil pesos.
Destaca el caso de 2 camionetas Ford Explorer compradas en 2016 y mandadas a blindar con el argumento de que serían para la Policía Preventiva Municipal, por las que pagaron 3 millones de pesos, y «al final –dice la denuncia– terminaron siendo para uso exclusivo y personal de la presidenta municipal». También se documentan las denuncias de varios proveedores del Ayuntamiento que se presentaron ante regidores para acusar que por cada contrato que les otorgaban en la administración de Limón, les pedían moches:
«De acuerdo con diversos proveedores que acudieron a lo que fue mi oficina en el edificio conocido como ‘Regidores’ en Independencia 10, segundo piso, en San Pedro, Tlaquepaque, en donde me comentaron que con tal de lograr la asignación de un contrato o pago de factura externa les exigen una cuota o moche de las ventas realizadas al gobierno municipal, que van desde el 10% hasta el 20%… Múltiples empresarios y proveedores de servicios del Ayuntamiento se acercaron reiteradamente con el suscrito para manifestarme reiteradamente constante persecución económica de la cual fueron víctimas por parte de María Elena Limón y su familia, toda vez que los obligaban a entregar parte de sus ganancias o utilidades a cambio del pago total o parcial de diferentes cuentas por cobrar que tenían pendientes por la administración en turno o administraciones anteriores. Me comprometo a presentarlos ante usted Procurador Federal como medio de convicción y aportarán datos de prueba para robustecer la denuncia», dice el denunciante Luis Armando Córdova Díaz.
En la segunda entrega de este tema, mañana, documentaremos más de las acusaciones por corrupción, despilfarro, compras de autos lujosos, joyas, inmuebles y viajes frecuentes y ostentosos de la diputada María Elena Limón, que se comporta como «La Reina de Tlaquepaque«, y señalamientos también denunciados contra su sobrino César Arturo Mercado Reynoso «El Güero Reynoso», actual funcionario del Ayuntamiento y aspirante de MC a presidente municipal. Incluidas otras denuncias de nepotismo y maltrato y acoso laboral en contra de trabajadores que denunciaron a Limón por sus actos crueles y prepotentes en su contra.
Se baten los dados. Escalera Doble y comienza bien la semana.