Por Edgar Hernández*
El Frente Amplio por México -capítulo Veracruz- sorpresivamente está a dos puntos de nivelarse con Nahle.
Ello pesar de aun no se hace público el nombre del candidato de la alianza PAN-PRI-PRD.
Ello cuando aún faltan siete largos, larguísimos siete meses, para que 31 millones de electores, según López Obrador acudamos a las urnas (en Veracruz 6.2 millones de votantes).
¡Vaya sorpresa que le espera!
Y es que lo que está sucediendo con el partido en el poder es preocupante…para ellos.
Es el más claro síntoma del descontento ciudadano y reprobación a las políticas erráticas de López Obrador y para el caso de Veracruz, del pobre Diablo del gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Desde el arranque de la Nahle solo se ha visto desconcierto, desatinos y desorganización total.
Luego de los primeros rounds de sombra lo único que mostró la zacatecana es que ni las moscas son sus amigas ya que no se paran en sus mítines.
Nomás no levanta.
Ha sido desairada en sus dos que tres mítines y encuentros ciudadanos truqueados por las fotos para verse en medio de las multitudes.
El de Perote, tierra de Pepe Yunes, fue la mejor muestra de la desolación.
A Nahle el traidor diputado priista, hoy moreno, Paul Martínez Marie, le vendió la idea que debería de arrancar en Perote, tierra de Pepe Yunes, para restregarle en la cara el músculo “para enseñarle hasta su casa quien va a mandar en Veracruz”.
De un mitin masivo se cambio a un salón cerrado, del salón cerrado a otro con 20 mesas para terminar con ocho mesas semi ocupadas mostrando Nahle una cara tan larga que ni las fotografías oficiales pudieron ocultar.
Ello puso en evidencia que su nominación como “Coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación” -una jalada inventada por el Peje para ocultar el dedazo- le importa un rábano al paisanaje jarocho, más al frio pueblo peroteño que solo reconoce a los propios.
Nahle es una coordinadora que no coordina nada; que trae de jeta al Bola #8, y en que ha despertado apetitos políticos personales al quedar en evidencia desde su nominación cómo se repartirían las diputaciones, las senadurías, las pluris y los compromisos de figurar en el gabinete.
Ello sin olvidar el moche, ahora que están en el Año de Hidalgo y donde se calcula un gasto en campaña superior a los 3 mil 500 millones de pesos.
Con ese dinero y el robo de la elección tal vez les sea suficiente.
Todo ello, sumada la ausencia de carisma de la señora Nahle, muy parecida a Claudia Sheimbaun en el discurso aguado.
En paralelo las huestes chairas observan en los ayudantes de la Nahle, Manuel Huerta y Zenyazen Escobar, que resultaron un fiasco.
Tanto que presumieron en la lucha por su nominación el control sobre sus simpatizantes y seguidores, tanto que le hicieron al cuento con la lealtad comprada de la burocracia, de los sindicatos en el caso del exsecretario de la SEV, así como del reconocimiento y lealtad luego de las dádivas de Huerta, para que al final resultaran pura faramalla.
Esta mañana circulan audios en donde se descobija a Zenyanzen quien ordena y dispone en la Secretaría de Educación que encabezaba y que hoy mismo lo encueran filtrando órdenes que, por supuesto, no cumplirán los trabajadores de la educación.
Bueno, pues toda esa decepción provocada por la destinada imposición de Nahle ha dado lugar a que analistas, expertos en demoscopía y moderadores de opinión a nivel nacional muestren que el Frente Amplio Opositor se encuentra a dos puntos de la candidata de Morena (https://www.elfinanciero.com.mx) y en donde a nivel nacional se augura que Morena perderá 6 de las 9 gubernaturas.
Dos puntos que si hoy fueran las elecciones no representarían nada, acaso unos 80 mil votos en disputa a siete meses de distancia y sin adversario destapado.
Todo producto del descontento ciudadano.
Ya mismo en los 212 municipios se percibe una revolución silenciosa.
Hay malestar en la familia veracruzana por tanta pillería chaira; hay zozobra por tanta inseguridad, y hay pobreza, mucha pobreza que acrecienta el hartazgo sobre todo por la inopinada imposición de una de Zacatecas que no cuadra en el orgullo veracruzano.
No es necio insistir que las mujeres veracruzanas, que representan mas de la mitad del padrón electoral, están que trinan contra Rocío Nahle. No se identifican con ella, menos con su causa y peor aún con su trayectoria y fortuna malhabidas.
De “Dos Bocas” insistiremos en la próxima entrega.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo