Agencias/Sociedad 3.0
Un inesperado giro de eventos sorprendió a los residentes de la zona de la Rotonda, con dirección a Miguel Alemán. Un camión repartidor de felicidad, cargado con el preciado líquido dorado, experimentó un percance que dejó a muchos con la sed de un día lleno de alegría.
El incidente ocurrió cuando, por razones aún desconocidas, las cervezas a bordo del camión decidieron emprender un descenso anticipado y desordenado, provocando un espectáculo digno de atención. La rotura de algunas cajas y el sonido inconfundible de botellas chocando contra el pavimento resonaron en la Rotonda.
Transeúntes curiosos se acercaron para observar la escena, mientras algunos aprovecharon la oportunidad para ayudar en la limpieza del desorden cervecero.
