Pero qué necesidad había de exponer así a Javier Herrera Borunda? O de plano, los verdes de Veracruz están muy “verdes” para entender que si hay algo que debe acordarse, pactarse, convenirse, arreglarse o concertar en la alianza Verde-Morena, no es en Veracruz donde debe tratarse, sino en el Altiplano y sólo entre dos personas: Manuel Velasco Coello y Andrés Manuel López Obrador.
Si a Manuel Velasco Coello le importara un poquito Veracruz, es seguro que acá, en la Aldea, no se habría dado el caso de “Verdes con Iniciativa” para tratar de intimidar al Monstruo que es Morena… porque mientras él, el chiapaneco, esté bien con el tabasqueño, el mundo sigue girando.
Es claro que “la amenaza” tampoco surgió de Javier Herrera Borunda que con el video que ¡volvió a subir, editado, pero lo volvió a subir! en sus redes, dejó en claro que su palabra está empeñada en acompañar a Nahle en su camino a la Gubernatura. En pocas palabras, alguien lo metió en broncas y de a gratis.
Sí, ese video lo subió en septiembre, donde anunciaba que él no iba a buscar ser candidato y “declinaba” por Rocío Nahle, porque las preferencias de los veracruzanos se habían decantado en favor de la señora, y advertía que si no era Nahle, era con nadie.
Javier Herrera Borunda es un caso singular de la política veracruzana.
Está claro que el papel que juega en el PVEM es la de un lacayo, de sangre azul, de estirpe real, de apellido con alcurnia… pero al fin y al cabo, lacayo. Y si bien tiene seguidores en la entidad, es porque le reconocen la nobleza de su origen, pero… ¿Qué hubiera pasado si Javier Herrera Borunda se hubiera mantenido en la cuna que le dio sábanas de seda?
Es seguro que en estos momentos estuviera a la altura de un PRIncipe, por su origen, quizás encaminado por aquellos viejos lobos de mar (de los pocos que aún quedan en el partido) encaminándolo, ilustrándolo en las artes políticas, en el teje y maneje de la grilla, para que, en un día no muy lejano, reclamara lo que le pertenece (sí, me la jalé un poco, pero suena bonito).
Es increíble que otros hijos de políticos, tanto de la misma altura de su padre o con distintos cargos nobiliarios, ya hayan sido de todo…
Ahí tenemos a Miguel Ángel Yunes Márquez, ex diputado, ex alcalde, ex candidato a la Gubernatura, y probable candidato por un escaño…
¡Ni se diga su hermano! Quien igual suena cuando se agita el pandero para la Gubernatura… ¡Vamos! Hasta Doña Paty Lobeira la ven con tamaño para tal cargo…
Américo Zúñiga ya fue alcalde, diputado local y federal (igual que los anteriores, vía votos ganados con sudor) además de otros cargos…
Rodrigo y Ricardo García Escalante son otros botones de muestra…
En menor escala, hijos e hijas de priístas ya saben lo que es ser alcaldes de San Andrés Tuxtla o ser diputadas o senadoras como Ainara Rementería…
Javier, si se hubiera acabado de formar en el PRI, y sobre todo en este PRI de carencias, hubiera forjado su espíritu y a la vez, el de muchos priístas que aún admiran, quieren y respetan a su padre… Hoy, Javier Herrera, si no fuera Pepe, sería el Adalid de los Priístas, el General en la primera línea, el Máximo Décimo Meridio, comandante de las tropas del Cosamaloapan, general de las legiones Fidelistas, leal servidor del verdadero Imperio: el PRI.
Hoy, tiene que dar la cara por otros que al parecer, no saben cómo está el negocio del Verde con Morena, o más bien, de Manuel con Andrés Manuel…
En fin… Javier prefirió pasar de Príncipe a Mendigo…