En la Teoría del Federalismo el senado de la república se integra por elementos representantes de las entidades federativas, dos por cada estado mandaba la Constitución de 1917 en semejante disposición a la de 1824, la primera constitución federalista en el país. La Constitución de 1857 suprimió el senado, pero fue reinstalado en 1874 por el presidente Lerdo de Tejada; la de 1917 siguió el formado bicameral y así funciona hasta ahora, aunque originalmente se componía de 64 miembros, por reforma constitucional de 1993 se establecieron tres senadores de mayoría relativa por cada entidad, o sea su número aumentó a 96, así surgió la figura de senador de la primera minoría, agregándose otros 32 por el principio de representación proporcional para un total de 128 senadores, así es como se integra ahora el senado de la república. La lista de candidatos a senador dada a conocer el domingo por la dirigencia nacional panista corresponde al principio de representación proporcional por lo que se estima asegurada la posición de Marko Cortés, Ricardo Anaya, Lily Téllez y el gobernador de Yucatán Mauricio Vila Dosal, este último situado en la posición número siete. Un caso explicito de lo pendular de la política lo expresa el regreso de Ricardo Anaya, pese a su condición de perseguido político, que en analogía recuerda al de Napoleón Gómez Sada, a quien MORENA convirtió en senador pese a su autoexilio en Canadá por un reclamo del sindicato de mineros exigiendo la aparición de cientos de millones de pesos.
Anécdotas aparte, de acuerdo con sus respectivos tiempos los otros partidos también darán a conocer su relación de candidatos “pluris” al senado, y por supuesto la de quienes se la rifarán por la vía de la mayoría relativa, esos que hacen talacha, quienes se la juegan y hacen campaña para conseguir votos con el riesgo de no lograr su cometido. En esa lógica cabe la interrogante ¿no es injusta la condición privilegiada de los “pluris” respecto a los de mayoría relativa? Porque los primeros gozan de la prerrogativa que les concede cierta seguridad de alcanzar su propósito respecto de los segundos, pues estos sudan la gota gorda en pos del voto, mientras que los “pluris” solo “cachan” el porcentaje. Igual sucede en elecciones para diputados locales y federales en una correlación política donde parece existir una casta de privilegiados y otra que hace la labor de “Cuije”. En esa materia no quedan exentos los regidores que integran ayuntamientos municipales, pues obtener la ventaja de colocarse en primer lugar de la lista les procura la muy posible oportunidad de convertirse en regidores. Pero así es el mundo de las jerarquías y los de mayoría de hoy podrían ser los “pluris” del mañana.