Noemí Guevara Méndez de Mejora Regulatoria del ayuntamiento de Xalapa se siente súper cómoda en su oficina. Sube los pies a las sillas para orearse el barniz de las uñas
Si alguna vez se le ocurre ir a la oficina de Noemí Guevara Méndez, encargada del departamento Municipal de Mejora Regulatoria y Regulación Económica del H. Ayuntamiento de Xalapa, pídale a la señora que le limpie bien la silla que le ofrece para sentarse. No vaya ser que en una de esas se le pegue un hongo y al rato le salga algún sabañón en los pies. ¿Por qué decimos esto? Bueno, alguno de sus empleados, que la acusa de acoso laboral, nos mandó unas fotografías y video, tomadas desde afuera de sus oficinas. En las fotos se ve que la funcionaria pública se siente súper cómoda en su oficina. En las fotos la señora tiene las piernas extendidas y pone los pies en la silla que se ofrece al público. Una de dos, o la señora tiene pie de atleta y debe orearse los pies cada dos horas para que no se le apesten, o se acababa de hacer la manicura y estaba oreando los dedos de los pies para que se le secara el barniz de las uñas. Por supuesto, cualquiera de las dos acciones es incorrecta, sobre todo porque Noemí Guevara Méndez está en una oficina pública; no es su casa, donde puede orearse lo que se le pegue la gana. Tal vez la funcionaria pública cree que todavía administra el ayuntamiento Hipólito Rodríguez, quien permitía que las oficinas del ayuntamiento fueran salones de fiestas o hasta congales. Habría que decirle a la señora que quien administra el ayuntamiento de Xalapa es Ricardo Ahued y se espera que sus funcionarios estén a la altura de él, quien se ha comportado como un excelente alcalde. Viendo las fotos y las poses de la señora hasta dan ganas de creer las acusaciones de sus empleados sobre acoso laboral y lo de su carácter insoportable.
Otra vez, los estudiantes mexicanos reprobados en lectura. Cuatro de cada mil sí comprenden lo que leen; el resto en niveles no aceptables
Daba risa y pena ajena la idea obtusa del director de Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II, quien dijo que con su gestión en el Fondo, los mexicanos iban a leer como nunca. En 2021 Taibo lanzó el proyecto «21 para el 21”, del que se dijo sería “el proyecto más grande de fomento a la lectura en América Latina”. En ese proyecto se lanzarían dos millones cien mil libros a 21 pesos. 21 títulos de 21 autores que se iban a lanzar a las librerías; esa era la propuesta para que los mexicanos leyeran. La prueba PISA 2023 muestra que todo fue dinero tirado a la basura; a pesar de que aseguraron que los libros fueron pagados con el dinero del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado. Los resultados de la prueba PISA, que es un examen estandarizado a nivel internacional que se encarga de evaluar los sistemas de educación, con el objetivo de mejorar la calidad educativa, muestran que en comprensión de lectura los estudiantes mexicanos siguen mal, muy mal. Señala el periódico El Universal sobre los resultados de esta prueba: “En tanto, en Lectura alcanzó 415 puntos y en Ciencias 410, es decir, un retroceso de cinco y nueve puntos, respectivamente, pues en 2018 logró 420 y 419 puntos. En cuanto a estudiantes, sólo siete de cada mil se colocaron en los niveles más destacados; cuatro, en Lectura y uno en Ciencias. En contraste, uno de cada tres alumnos se ubicaron en los niveles más bajos. Es decir, en los niveles uno y dos”. Todo un fracaso el sistema educativo en México, con una secretaria de Educación, Leticia Ramírez Amaya, por demás inexperta, inculta y deficiente y un presidente que sigue desdeñando este tipo de resultados.
López Obrador se burla de los mexicanos y ellos lo siguen encontrando simpático. Ni hospitales como los de Dinamarca ni la famosa Megafarmacia
La promesa de que los servicios de salud de México estarían como los de Dinamarca ha dejado de ser una mentira; pero no porque la promesa se haya cumplido. Tanto lo ha prometido el presidente que esa promesa incumplida ya se ha convertido en una broma cruel. Los hospitales en México están en condiciones lamentables; y eso no lo dicen los usuarios, sino los mismos doctores. Tan sólo en Xalapa el director del ISSSTE vino a entregar un tomógrafo usado, haciéndolo pasar por bueno; pero además de usado es inservible. Sobre la famosa Megafarcia el periódico El Universal en su editorial Bajo Reserva comenta: “De manera seria y legítima se ha solicitado información pública sobre la obra (la Megafarmacia), sus costos y tiempos de entrega; sin embargo, ni la Secretaría Particular del Presidente, ni la Secretaría de la Defensa Nacional, ni la Secretaría de Salud, instituciones involucradas en el proyecto, negaron revelar la información requerida. Eso, nos hacen ver, sí es una burla a la ley, que obliga a hacer pública esa información, y una burla a los ciudadanos a lo que se les impide conocer la manera en la que se están gastando sus recursos”. El presidente López Obrador es el único mandatario que se puede burlar de sus gobernados y estos todavía los encuentran simpático.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra