El diputado Antonio Luna Rosales es un verdadero valiente, además de una persona inteligente y preparada. Lo demostró ayer cuando respondió con aplomo a los difíciles cuestionamientos de los periodistas del Grupo de los Diez, que son reporteros experimentados más allá del bien y del mal, y que no se paran en mientes a la hora de hacer preguntas incómodas.
El hijo del respetado pediatra Antonio Luna Sánchez -un médico de gran reconocimiento en Xalapa por sus valores profesionales y humanos- llegó a la Legislatura abanderado por Morena, después de haber ganado la elección en el distrito local de Emiliano Zapata. Es entonces un seguidor de la Cuarta Transformación, y como tal habla lo mejor que puede del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la des-administración del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez en Veracruz.
Pero tuvo que escuchar a pie firme todo lo que le fueron espetando los comunicadores respecto de los pésimos resultados que han tenido los gobiernos morenistas, según le fueron relatando con datos y fundamentos.
Otro cualquiera en su caso se hubiera echado a llorar o habría salido corriendo, pero el legislador se quedó, fue respondiendo con sus razones a las críticas inclementes y logró dos cosas:
1. Mantenerse en la charla dentro de los límites de la decencia y la urbanidad.
2. Responder de tal manera que no tuvo que reconocer todas las observaciones puntuales que le fueron haciendo.
Él cree que Morena sigue siendo el partido con más votos en Veracruz y por eso ganará la elección la “ingeniero” Rocío Nahle García. Se atreve incluso a aventurar que ella obtendrá el 2 de junio de 2024 una ventaja mayor sobre Pepe Yunes que la de 200 mil votos con la que Cuitláhuac le ganó a Miguel Ángel Yunes Márquez en 2018.
Allá él.
Pero también mostró su calidad de político con buenas intenciones, honesto, preocupado en lo social. Toño Luna sigue el ejemplo paterno y trabaja en su distrito para llevar obras y recursos que le sirvan a la población y no a los intereses de unos cuantos. Sabe que lo ha hecho bien y por eso ha manifestado su intención de ser reelegido el año entrante para otros tres años como diputado.
¿La alcaldía de Emiliano Zapata? ¿La de Xalapa?, le preguntaron y dijo que no, que aunque vivió en la capital desde los dos meses de nacido, no tiene intención de buscar el Ayuntamiento ni ahora ni en lo futuro. Y de Emiliano Zapata, pues tampoco, porque le interesa más seguir ayudando desde la cámara estatal y plantear iniciativas para mejorar las leyes que nos rigen.
Con todo, Toño reconoció un error del cuitlahuismo: su alejamiento de la prensa y su mala política de comunicación. Y como salida gloriosa a su encuentro, prometió que haría lo posible porque mejorara el trato con los medios en el próximo Gobierno (si es que ganara Rocío).