Aunque el presidente apuesta que la oposición a su gobierno será vencida en junio próximo cualquier jugador de poker pudiera opinar que solo está blofeando y que en realidad sus cartas no le alcanzan para ganar la partida electoral de este año. Está claro que en esta contienda electiva participa con galante atuendo la percepción ciudadana, a cuya instancia llegan los mensajes presidenciales con fuerte impacto debido a su iterativa repetición y a la función del mensajero; sembrar en la mente colectiva la idea de que Morena tiene ya ganada esta elección forma parte medular de una estrategia para desalentar la visita a las urnas y a la vez reorientar el voto útil a favor del partido supuestamente adelantado. Pero al margen de estrategias electorales en la realidad las condiciones objetivas tienen otros datos, así es posible inferirlo, si nos atenemos al escenario de tres de las cuatro entidades con mayor peso electoral: la CDMX, Jalisco y Veracruz, donde Morena no las tiene todas consigo y enfrenta una fuerza opositora bastante considerable y no solo en Guanajuato y Yucatan.
Para mejor comprender esa realidad electoral debemos partir del resultado electoral de 2021 en la CDMX, donde de 16 alcaldías la oposición ganó nueve (el PAN ganó una y en coalición PAN-PRI-PRD obtuvieron 8) y se hubiera agenciado dos más si no hubieran competido en solitario PAN y PRI por otras dos alcaldías; por ese antecedente, y debido a la escasa convocatoria de Clara Brugrada el panorama para Morena no está nada claro en la capital de la república. En Jalisco, la competencia se mide a partir del control político del gobernador Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano, si para conservar el poder político Alfaro se inclina a negociar con el Frente opositor aseguraría ese enclave dejando sin oportunidad a Morena. En Veracruz, las circunstancias no parecen ir de la mano con Morena, es debido a ciertos factores: uno de ellos consiste en enfrentar al candidato de la coalición opositora, José Yunes Zorrilla, un actor político de larga trayectoria y subrayada convocatoria ciudadana, bastante conocido en la entidad por sus incontables recorridos de pueblo en pueblo, es decir, lleva mucho camino andado; por lo antes referido, Yunes Zorrilla lleva ventaja sobre la candidata de Morena, Rocío Nahle, quien apenas iniciando su periplo estatal evidenció un acentuado desconocimiento de la geografía física, política y humana de Veracruz, si en esas anda ¿qué grado de conocimiento tendrá sobre la problemática social de la entidad? Es posible agregar otro factor: uno de los puntos sobresalientes en el discurso de la señora Nahle alude a que es una mujer de planes y de resultados, sin embargo, lo acontecido en Dos Bocas argumenta graves fallas en la planeación, porque se proyectó a tres años con un costo de 8 mil millones de dólares y ya han transcurrido cinco años sin que esa refinería entre en funciones, y en cuanto al costo, ya superó con creces el doble de lo planeado, obviamente, en honor a la transparencia ese contraste llama la atención aquí y en todos lados. Todo ocurre cuando la campaña a cielo abierto aun no comienza y que irán apareciendo señales más claras de que a este arroz le falta mucho para estar cocido.