Por Edgar Hernández*
El subsecretario de Finanzas, Eleazar Guerrero y su hijo del mismo nombre, son los responsables de operar hasta consumar la elección de Estado del 2 de junio cuando habrá de renovarse la gubernatura.
Su responsabilidad va desde el financiamiento para la campaña de Rocío Nahle a través de la “Fundación Unidos Todos”, la compra del voto, el manejo de la propaganda que en estos momentos inunda los 212 municipios, hasta el control de la burocracia en donde les vigilan hasta el Facebook y demás redes con la advertencia de que cualquier manifestación de apoyo en favor de Pepe Yunes se traducirá en despido fulminante.
Son más de 100 mil los burócratas atrapados en las redes de los programas cibernéticos de la Secretaría de Seguridad Pública que maneja Eleazar Guerrero Barrera, hijo del subsecretario y sobrino de Cuitláhuac García.
Guerrero Barrera es ingeniero en sistemas Computacionales y maestro en ingeniería; labora actualmente con director general de Vinculación de la Secretaría de Seguridad Pública que en los hechos se traduce en dar seguimiento en redes en favor de Nahle.
Ya mismo se le ve en campaña al lado de Morena coordinando grupos.
Para la consumación de la elección, tal como se ha venido denunciando incluso por el propio Pepe Yunes, así como los partidos del Frente Amplio Opositor -PAN-PRI-PRD- y sectores de la opinión pública habrá de tomarse el modelo de las elecciones intermedias del 2021.
Se trata de gestar el voto del miedo para inhibir a la población para que no salga a votar y dejar que las huestes de Morena con el voto cautivo de la tercera edad, los beneficiarios de los programas del Bienestar y los becarios en edad de votar, así como la burocracia, empujen la victoria de la zacatecana.
Se trata también de apoyarse en el crimen organizado para sembrar violencia y muerte en los municipios reticentes y políticos o ediles opositores.
Es del dominio público tras la denuncia del PRD y PAN el acoso y amenazas de cárcel a ediles opositores que no se arrodillen a Nahle.
La encomienda a los Cárteles es pasearse el día de las elecciones con armas largas en las zonas de votación y soltar metralla cuando se perciban multitudes opositoras.
Parte de la estrategia se finca en llevar a las familias a votar en taxis o transportes públicos por ellos contratados, comprar el voto y pedirles previamente entreguen la credencial de elector y que en el momento que crucen la boleta la fotografíen con su celular para que les paguen.
La Guardia Nacional y el ejército serán los responsables del traslado de urnas a sitios por ellos vigilados en donde permitirán por la noche la entrada de los mapaches para el relleno de urnas a favor de Morena y la falsificación de firmas de las actas de los funcionarios electorales.
Habrá despensas, miles de despensas a lo largo de las siguientes semanas.
12 mil brigadistas “Servidores de la Nación” ya recorren los 212 municipios entregando de manera anticipada propaganda, amenazando a las familias de que les serán retirados los “beneficios” si no votan por la de Zacatecas y Claudia Sheimabun y de lo que se trata, por consigna de López Obrador, es que “voten parejo” por Morena cuando les entreguen la boleta el 2 de junio.
Son 3 mil 500 millones de pesos los que está invirtiendo el gobierno para la campaña de Nahle.
Es mucho lo que está en juego como para que lo dejen perder.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo