Entre lo utópico y lo verdadero
Por Claudia Guerrero Martínez
Una completa cacería se perpetra todos los días, a altas horas de la madrugada, perpetrada por elementos de elementos de Seguridad Pública Estatal y de la Dirección de Tránsito del Estado, quienes acosan, detienen arbitrariamente a los ciudadanos y sobre todo, les fabrican delitos para conseguir el tan codiciado soborno o moche. Es prioridad para los elementos policiacos conseguir la cuota para los jefes y estos a su vez le pasan “calca” al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García. Y esta afirmación la niega una y otra vez el inquilino de Palacio del Estado y hasta se ostenta como “honesto”, cuando sabe que miente.
Un día sí y el otro también, se realiza una verdadera cacería perpetrada por policías de SSP, quienes sin justificación e indebidamente hacen el alto a conductores para una presunta “revisión de rutina”, checando los vehículos, papeles de la unidad y la licencia de conducir. También revisan si tiene verificación vehicular y si falta algo de esto, llaman a la empresa de grúas, la misma está coludida con estos pillos, para que de inmediato, arrastre la unidad al corralón y si van en estado etílico, a los ocupantes del vehículo se los llevan a los separos del Cuartel de San José.
Pero para muchos, el dinero resuelve cualquier crisis… Y te piden el soborno.
Este moche o soborno va de $2 mil pesos, hasta 15 y 20 mil pesos. Si en ese momento no cuentan con el dinero o no pueden sacarlo del cajero, entonces permiten una llamada a los familiares para ser ellos quienes lleguen con el “recurso” y pagar la “aportación a la causa” para no ser consignados ante la autoridad de la SSP, con el fin de no estar detenido 48 horas, pagando una sanción administrativa.
El modus operandi hace participar a vigilantes de las diferentes plazas comerciales en Xalapa, quienes están coludidos con patrulleros de SSP para advertir por radio o celular que ciertos conductores están saliendo de los antros en condición de “enfiestados”, para ser candidatos a ser detenidos, gracias a su vestimenta y marca de unidad, siendo los elementos de SSP y Tránsito quienes les ordenan detenerse, su revisión y si no quieren ser detenidos o que la grúa se lleven el vehículo, pagar moches y si van acompañados por otras personas, el negocio se multiplica por cada uno.
Aunque los acompañantes no van manejando, ni son dueños de las unidades, con el simple hecho de ir en el vehículo, la presunta normatividad y Ley de Tránsito te pone a disposición, al inventar que iban consumiendo bebidas embriagantes dentro del vehículo o estaban tan borrachos, que alteraban el orden, asegurando que eso poner en peligro al conductor. Un concepto muy rebuscado y quizá ilegal, para que así todas esas personas paguen su respectivo moche, soborno o aportación a la 4ª Transformación.
Y los potenciales candidatos, en su mayoría son jóvenes inexpertos de las leyes y con miedo a las autoridades.
¿Quiénes son los responsables de tanto robo? Es el secretario de Seguridad Pública de Veracruz Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, quien exige cuota a los comandantes y supervisores, poniendo a robar y a extorsionar a los elementos de SSP y Tránsito para la entrega de cobro de piso y aportaciones a los jefes, entre ellos Rafael Ángel González Uscanga, quien antes era director de Fuerza Civil y ahora, como subsecretario de Operaciones, protege a policías ladrones y es él quien pide los sobornos a la tropa, permitiendo que con placa y pistola, roben a los ciudadanos.
Y es que Cuauhtémoc Zúñiga no cuenta con carrera policiaca, estuvo un año como director de SSP en Oaxaca y luego convertirse en aliado del exsecretario despido Hugo Gutiérrez Maldonado. Peor, sin ser policía de carrera, su perfil es ser ingeniero hidrógrafo con especialidad en meteorología marítima por el Instituto de Oceanografía del Golfo y Mar Caribe.
Esto explica cómo degrada el uniforme y se rodea de pillos para utilizar a esta dependencia como la caja chica de la familia del aún gobernador de Veracruz Cuitláhuac García.
Cartas a la redacción: Lector se queja de acciones que no han servido para el rescate del Parque Ecológico en Xalapa. Leyendo tu artículo sobre la preocupación del Ayuntamiento de Xalapa por el medio ambiente, te comento: Las gestiones que realicé ante Asuntos Ecológicos para rescatar el «Parque ecológico» de la Avenida Araucarias, no sirvieron de nada, todo se quedó en promesas, en la espera del «deslinde» de las medidas del parque para verificar lo que está a la vista, la apropiación de éste para construir cocheras y lo único que colocaron fue una «cerca viva» para supuestamente impedir que estacionen los autos dentro del parque, duró unos días y todo sigue igual. Desde Araucarias todo parece maravilloso, pero ingresando a las calles adyacentes, Tchaikovsky o Wagner, se muestra la realidad.
Lo más grave es el «corral contenedor de maleza» que por alguna razón se implementó desde hace decenas de años dentro del parque y que la gente se acostumbró a depositar ahí los desechos de pasto, plantas, ramas, entre otros, a un costado de la calle Tchaikovsky. Hace poco más de un año, Asuntos Ecológicos decidió cambiarlo de lugar para colocarlo en un punto más oculto, junto a la malla del jardín de niños Francisco Gabilondo Soler, sin considerar el riesgo de acumulación de ramas y hojas secas en gran cantidad con decenas de niños a unos metros de distancia. Todo por la costumbre de ser negligentes y no considerar el retiro periódico de lo ahí acumulado o la prohibición total de depositarlo.