ASergio Carmona lo asesinaron a balazos el 22 de noviembre de 2021 en una barbería del municipio más vigilado de México, San Pedro Garza García en Nuevo León, por hombres armados que intentaron silenciar al polémico empresario que saltó a la fama por convertirse en el financiero de campañas y candidatos del Partido Morena. De ese crimen la Fiscalía de Justicia de Nuevo León no reporta avances y el silencio y el velo de misterio que ha rodeado a ese caso contrastan con la estridencia de las revelaciones de un nuevo reportaje titulado «Morena y las redes del huachicol», que documenta con videos, audios y documentos enviados en mensajes de texto, que confirman el papel de financiero que tuvo el empresario huachicolero en el partido oficial.
El portal Código Magenta, que dirige el periodista Ramón Alberto Garza, publicó el lunes pasado la primera entrega de una investigación de Rodrigo Carbajal, director editorial de Magenta, que tuvo acceso a los archivos de los teléfonos celulares de Sergio Carmona, que incluyen comunicaciones, documentos bancarios, contratos, conversaciones de Whatsapp, videos e imágenes que se cruzan con reportes de la Unidad de Inteligencia Financiera, bitácoras de vuelo e información de autoridades de Inteligencia de México y Estados Unidos, que documentan y exhiben los vínculos que existían entre la élite política de la 4T, con quien fuera el empresario más importante del contrabando en la importación de gasolina estadounidense por las aduanas de Reynosa, Tamaulipas.
Con base en los primeros documentos, videos y conversaciones reveladas, se establece que Sergio Carmona tenía como contactos directos y colaboradores para su operación financiera en el partido del presidente López Obrador a los siguientes personajes: Olga Sosa, exdiputada de Morena en Tamaulipas, actual secretaria de Salud del gobierno morenista en el estado y candidata de Morena al Senado de la República; Gabriela Jiménez, operadora electoral morenista, cercana a Claudia Sheinbaum y presidenta de la asociación civil «Que siga la Democracia» que apoya a la 4T; Eduardo Gattas, exalcalde de Ciudad Victoria por el partido Morena; Horacio García Rojas, ex subsecretario de Salud del Gobierno de Tamaulipas, quien fue cesado en 2019; Armando Zertuche, diputado federal de Morena y Erasmo González, diputado federal y presidente de la Comisión de Presupuesto de San Lázaro, cercano al líder nacional de Morena, Mario Delgado.
Sergio Carmona, de acuerdo con información de agencias estadounidenses, financió campañas del partido Morena en al menos 11 estados del país, incluidas las de varios actuales gobernadores, en las que invirtió al menos 500 millones de pesos que eran entregados en efectivo a los candidatos morenistas en las elecciones locales de junio de 2021. Paralelamente, mientras apoyaba a los candidatos del partido gobernante, Carmona recibía contratos del Gobierno federal asignados al Grupo Industrial Permart y Grupo Industrial Joser, ambos propiedad del empresario tamaulipeco.
En las primeras revelaciones de los archivos de los teléfonos de Carmona aparece Gabriela Jiménez, fundadora de la organización «Que siga la Democracia», que apoya la campaña y el proselitismo de la candidata presidencial Claudia Sheinbaum. En un video difundido en el reportaje de Código Magenta, aparece Gabriela Jiménez diciéndole a Carmona: «Hola amigo, ¿cómo están? Muchísimas gracias por todo tu apoyo, la verdad es invaluable todo lo que has estado haciendo. Te agradecemos muchísimo». En la imagen, Jiménez aparece abrazando a Olga Sosa, una de las operadoras de más confianza de Carmona y actual candidata al Senado por Morena.
También aparece entre los que mantenían comunicación constante y tratos con Sergio Carmona, el actual diputado federal morenista, Armando Zertuche, a quien se le escucha decir en una conversación telefónica o mensaje de voz encontrado en el celular del empresario asesinado: «Me puedo organizar para salir el miércoles, después de la sesión, o el jueves muy temprano, para estar alrededor de las 10:00 allá contigo», le ofrece el legislador a Carmona.
Horacio García Rojas, quien fuera subsecretario de Salud en el gobierno panista de Francisco García Cabeza de Vaca y despedido en 2019, también aparece en varias llamadas con Carmona, a quien se refiere con mucha confianza en las comunicaciones reveladas por Magenta, al igual que el Alcalde de Ciudad Victoria, quien fue captado utilizando una camioneta Tahoe, con placas SPM-387 A, registrada a nombre de una de las empresas del empresario muerto.
En los archivos recuperados de los teléfonos de Carmona también aparecen las bitácoras de vuelo del avión Hawker, propiedad del empresario, con matrícula XB-PND y estas documentan vuelos que, según la investigación periodística, realizaron en esa aeronave políticos de alto nivel, como el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado; el delegado de la Secretaría de Infraestructura, Adalberto Vega; el entonces senador Américo Villarreal y el diputado morenista Erasmo González.
Sergio Carmona fue investigado por la Fiscalía de Justicia de Tamaulipas y por agencias del gobierno de los Estados Unidos, como el ICE (US Immigration and Customs Enforcement) por la importación ilegal de gasolinas (huachicol) a través de la Aduana de Reynosa, la cual operaba a través de su hermano, Julio Carmona, quien fue designado por el director de Aduanas federales en 2019, Ricardo Peralta, como administrador de dicha Aduana, presuntamente por el pago de sobornos, según se afirma en el reportaje de Código Magenta.
Tras el asesinato de Sergio, Julio Carmona habría huido a los Estados Unidos en busca de la protección de las agencias de inteligencia y seguridad estadounidenses, a las que habría declarado que el negocio del huachicol ilegal de su hermano estaba en la evasión del pago de impuestos federales, que se realizaba a través de una red de importadores especiales autorizados por la Secretaría de Energía, trafica el combustible que es reportado como «aceites» u otras sustancias y que pasa con la complicidad del personal de aduanas y entra al mercado negro de las gasolinas en México. Según lo dicho por Julio Carmona a las autoridades de Estados Unidos, las ganancias de su hermano por la importación ilegal de huachicol eran de 360 millones de pesos, aunque hay otras fuentes que aseguran que la cifra era mucho mayor.
Uno de los datos más inquietantes que aporta la investigación de Rodrigo Carbajal es el que atribuyen a «autoridades de inteligencia» que encontraron enormes diferencias entre los datos de la exportación de gasolina de Estados Unidos a México, registrados por el Buró de Información del Departamento de Energía norteamericano, EIA por sus siglas en inglés y las que informa el Gobierno mexicano a través de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM).
Por ejemplo, en 2019, el EIA estadounidense reportó haber mandado a nuestro país dos mil 800 millones de litros de gasolina, mientras la ANAM sólo reportó que se importaron 777 millones 770 mil 730 litros, una diferencia de más de dos mil millones de litros. Igual pasó en 2020, cuando la EIA informó que fueron exportados dos mil 575 millones de litros de gasolina, pero en México las aduanas sólo reportaron 565 millones de litros, con más de dos mil millones de diferencia; igual se repitió en 2021 cuando Estados Unidos dijo haber mandado tres mil 180 millones de litros del combustible y México sólo reportó haber importado 512 millones de litros y en 2022 pasó lo mismo, la EIA reportó exportaciones por dos mil 234 millones de litros, mientras que las aduanas mexicanas sólo reportaron la importación de 518 millones de litros, mientras que para 2023 la agencia estadunidense dijo haber enviado mil 993 millones de litros y México sólo informó de 167 millones de litros recibidos. En total, entre lo que reportó Estados Unidos como exportaciones legales de gasolina y las que entraron oficialmente a México por el sistema de Aduanas, hay 94 mil 391 millones de litros de gasolina que entraron a México, pero no fueron reportados y que no pagaron impuestos, lo que representó una pérdida de 418 mil 142 millones de pesos para el SAT mexicano.
De ese tamaño eran y son las ganancias por la importación de contrabando de gasolina, antes y después de la muerte de Sergio Carmona. Y de esos millonarios recursos ilegales del huachicol, salieron los dineros para financiar a los candidatos de Morena a varios cargos públicos. No se puede entender que Carmona haya amasado y obtenido una fortuna tan grande sin la complacencia, complicidad y protección del Gobierno federal, que no sólo se beneficiaba del fraude gasolinero, sino que además permitía la entrada de dinero sucio del huachicol a las campañas de su partido y de sus candidatos.
Las revelaciones de los archivos que contenían los teléfonos de Sergio Carmona continuarán en Código Magenta en estos días y muestran el tamaño de la corrupción y el financiamiento ilegal en la política mexicana, amenazando con convertirse en los nuevos videoescándalos que van a balconear a políticos del más alto nivel de la 4T, dirigentes, diputados, senadores y gobernadores, que tuvieron tratos con el empresario asesinado y se beneficiaron del dinero ilegal en sus campañas. Y a partir de todo esto, recordando los videoescándalos de Carlos Ahumada en 2004, vale la pena replantear la pregunta sobre el móvil y los asesinos que quisieron silenciar a Sergio Carmona Angulo. ¿A quién le convenía callar y desaparecer al financiero que presumía a voz de cuello sus vínculos y negocios turbios con la élite de la 4T? Los dados repiten Serpiente Doble. Mala racha.