Hace unos días y nomás por sus pistolas, el gobernador Cuitláhuac García desconoció al Sindicato Mexicano de Salud (SIMESA) cuyos miembros buscaban un acercamiento para plantearle varios asuntos.
Mal asesorado y peor informado, Cuitláhuac dio a entender que el SIMESA es un sindicato patito y sus dirigentes ni a toma de nota llegan, lo que no es verdad.
El viernes de la semana anterior su dirigente nacional, Jesús Ricardo Cruz Cotero, desmintió en Xalapa la falacia y dijo textual. “Antes que nada quiero decirles que el Sindicato Mexicano de Salud, es una organización sindical que está debidamente registrada ante el Tribunal Nacional de Conciliación y Arbitraje, no solamente con una toma de nota nacional, sino con tomas de notas estatales”.
El líder agregó que si el SIMESA tiene 24 entidades con toma de nota estatal, es porque este ha sido uno de los pretextos de las autoridades (incluyendo la de Veracruz), para dejarlos al margen de las gestiones de Salud. De ahí que se hayan visto en la necesidad de hacer esas tomas de nota y dar certeza jurídica a sus agremiados.
Cuando se le preguntó por qué los está desconociendo el gobernador, Cruz Cotero no se anduvo con remilgos al contestar: “Yo creo que es desconocimiento del proceder político y de cómo actuar ante una institución, no solamente de Salud, sino de gobernanza estatal. Y lo sabemos perfectamente”.
Dijo que el SIMESA ha gestionado audiencias formales con la secretaría de Salud estatal, con la Secretaría de Salud Federal y de los servicios de Salud Pública del Estado y no les han hecho caso, a pesar de que la toma de nota del SIMESA autoriza a este sindicato a afiliar a trabajadores de la Secretaría de Salud (federal y estatales) y del IMSS bienestar.
¿Cómo se formó el SIMESA? Como se han formado casi todos los sindicatos, lector. Por el descontento con el anquilosado Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud que se olvidó de la clase trabajadora. Así de simple.
Pero eso se acabó, asegura Jesús Ricardo Cruz Cotero, cuyo sindicato busca que los trabajadores de Salud de Veracruz tengan la libertad de afiliarse al SIMESA, pero Cuitláhuac les está poniendo trabas. “Nosotros queremos trabajar, sentarnos en la mesa y ver las necesidades de todos los compañeros de Veracruz y obviamente defender sus derechos. Si el gobernador está consciente o no de ello no es nuestro problema. La institución de Salud es la que nos preocupa y estamos dispuestos a defenderla”.
De acuerdo con el líder lo único que desea es el reconocimiento de SIMESA por parte de Cuitláhuac García y no que le den a su sindicato con la puerta en las narices y lo cubran de falacias.
Pero advirtió que en caso de que sigan las negativas y descalificaciones irán hasta las “últimas consecuencias” como sucedió en Morelos, donde el gobernador Cuauhtémoc Blanco les negó a los trabajadores sus vales de despensa de fin de año y éstos le armaron un “pancho” de su tamaño que lo obligó a dar marcha atrás.
Mal hace Cuitláhuac García en no recibir a los miembros de un sindicato joven, pero que a pesar de su juventud, tiene presencia en 24 estados de la República y en Veracruz cuenta con más de 500 agremiados.
Su supina cerrazón le está abriendo otro frente con la clase trabajadora y eso lo puede lamentar en unos meses… en junio por ejemplo.
Ojalá su Angelito de la Guardia lo ilumine y acepte platicar con los integrantes de SIMESA porque de lo contrario se meterá en un berenjenal en el que meterá a su candidata Rocío Nahle. Y es que con lo cerrada que estará la votación en Veracruz, 500 sufragios le pueden hacer mucha falta a la zacatecana.
La bronca es que todo se puede esperar de Cuitláhuac menos que actúe como gobernador. En cinco años y meses nunca aprendió a escuchar, dialogar, discernir y conciliar; se la pasó denostando, descalificando y mintiendo porque esa es su naturaleza.
Ni hablar… allá él y su mala cabeza.