Queridos lectores, está semana, les quiero compartir una serie de reflexiones sobre lo que implica ser docente y más si quieres transitar por los caminos de la investigación. Después de haber leído el libro “La docente Slow” de Maggie Berg y Barbara K. Seeber, si traducimos la palabra al español, sería algo similar a lento o pausado, cosa que no significa ser flojo, en el libro hablan sobre el ser un docente en los tiempos modernos, en estos tiempo en que la universidad ha tomado tintes de ser un corporativo, en la que todo indica que es más importante dedicarse a la producción en masa, más que la reflexión profunda sobre las disciplinas que se imparten, claramente esto tiene una implicación directa sobre el alumno, ya no importa fomentar el pensamiento crítico, si su capacidad para hacer y seguir instrucciones y mientras más rápido lo haga mucho mejor.
Es claro que nos encontramos en una época donde la velocidad es lo primordial, por un lado, parece que la vida no camina, más bien se siente que está inscrita a una carrera de velocidad y resistencia; donde todo pasa sumamente rápido, donde la palabra productividad se encuentra incrustada en nuestro ser, aunque tal parece que confundimos ser productivos con estar ocupados siempre, sin dedicarle tiempo a la reflexión de los acontecimientos, o a vivir nuestra propia vida, nos encontramos en una sociedad que tiene miedo a tener tiempo libre, porque puede parecer que no estamos haciendo nada.
La docencia no se encuentra excenta de esta velocidad, al contrario, se fomenta, esto no es nada bueno, en la actualidad, muchas universidades están engrosando su planta administrativa y no la planta docente, o se hace lo posible para tener menos docentes y estos en muchos de los casos no tienen una formación, tal como lo menciona Ginberg en su libro “La caída de la facultad: el auge de la universidad totalmente administrativa y por qué es importante”. El tener una visión administrativa y de productividad extrema en la universidad, genera una serie de condiciones preocupantes hacia la planta académica, impulsado una serie de causas generadoras de estrés en los académicos y que se retoman en el libro la docente Slow, algunos de los más sobresalientes son los siguientes:
- Autoimponerse expectativas muy altas en cada curso, pensar que el curso será lo máximo y que tendremos los mejores alumnos y seremos los mejores formadores, aunque trabajemos duro, debemos considerar que siempre existen causas que salen del control docente que no podemos controlar, las que pueden provocar que un curso se caiga.
- Asegurar el financiamiento de la investigación, este es muy importante si te dedicas a la investigación, considerando que en México poco se apoya este rubro y prácticamente se debe estar compitiendo constantemente por los pocos financiamientos existentes, muchas de estas competencias son entre mismos colegas.
- Todo pasa tan rápido que no tenemos tiempo suficiente para estar al pendiente y actualizado de los adelantos de nuestras disciplinas, esta es una actividad primordial en la docencia, si no te actualizas tendrás clases con ideas que ya no se pueden aplicar.
- Los sueldos tan bajos, a menos que seas uno de esos investigadores sagrados de las universidades que tienen tiempo completo, pero se debe considerar que actualmente ya no están otorgando tiempos completos, ni en las universidades privadas o públicas, en la gran mayoría trabajas por destajo, hora impartida, hora que pagan, no pagan por el tiempo que le dedicas a prepararte o a investigar, para tener una idea, por cada hora clase, se requieren en promedio entre dos o tres horas para preparar el material, estas horas no se pagan.
- Si quieres financiamientos y ser considerado para alguna vacante importante, debes escribir artículos, libros, reportes, capítulos de libros, etc. Todo esto en un periodo de evaluación, el caer en estas prácticas, solo se incentiva la cantidad sobre la calidad.
- Si se hace todo lo anterior, no se tiene tiempo de calidad con la familia, amigos o para nosotros mismos.
A estas causas, se le suma la percepción que tienen muchas personas, ya que piensan que el docente lleva una vida muy a todo dar, por el solo hecho de estar en el aula atendiendo a los jóvenes o estar sentado frente a la computadora, ya sea buscando información o escribiendo, en muchas de las ocasiones haciendo lo mismo al mismo tiempo, en este sentido, los investigadores, ¿a que hora hacen actividades para ellos?, si eres docente investigador, la cosa se complica, ya que, aparte de atender a los alumnos y preparar la clase, debes preparar la información de para escribir el artículo, el libro o el capítulo de libro, todo esto forma parte de la evalúan del desempeño en los centros del saber, no en lo que descubriste o si es de interés y pertinencia para la sociedad, si la cantidad, el nivel aumenta si eres docente investigador y trabajas en campo (entiéndase que tus experimentos o proyectos se encuentras en algunas comunidades, muchas veces alejadas de los centros de trabajo, estos investigadores, deben dedicar mas tiempo, por que se preparan los instrumentos para colectar la información, llegar al centro de trabajo o muchas veces en las casas de cada uno, para procesar la información, detallarla y ponerse a escribir el artículo.
Sin duda es un trabajo arduo y cansado, en muchas ocasiones, el ser un docente Slow, no significa no hacer nada, pero si, dedicarle mas tiempo a las cosas que pueden impactar directamente en la formación de los jóvenes, es hacer una reflexión sobre las disciplinas, dedicarle el tiempo necesario para preparar el material, siempre acorde con cada una de las actividades y con la forma ideal para que el estudiante aprenda, forjar el camino para que sea un mejor profesional y darle el tiempo necesario en las tutorías.
En el caso de la investigación, es dar el tiempo para preparar la información y que esta sea relevante, que ayude a generar conocimientos, no debemos caer en situaciones en las que solo se produzca por producir, si no darle el tiempo necesario para que el trabajo sea de importancia ante las necesidades de la comunidad, no solo la científica, también para la no especializada.
La idea de la pausa en la docencia incluye generar un espacio de cuidado y protección hacia los jóvenes, para que puedan desarrollar las habilidades necesarias que los preparen para la vida, no solo de investigación, también las de relaciones sociales, el movimiento Slow busca revalorar al docente, tanto en lo individual como en lo colectivo, este movimiento pretende ir desgastado la cultura de la velocidad, para generar una cultura académica de la colaboración, del cuidado mutuo, de la reflexión profunda, con el objetivo para generar un conocimiento pertinente, capaz de cambiar la forma de pensar y de actuar en este mundo de consumo.
Así que, estimado lector, las pausas en la vida no significan no hacer nada, significan que estamos ante la oportunidad de repensar, de buscar alternativas para mejorar, si sientes que tienes una pausa en algún momento del día, disfrútala, úsala a tu favor y recarga energías para lo que sigue, por último, si tienes cerca a un docente universitario, dale un abrazo y dile que su trabajo es de gran importancia. Nos leemos en la siguiente entrega.