Sociedad 3.0
En su discurso anual sobre el estado de la nación, Putin acusó a Occidente de intentar arrastrar a Rusia a una carrera armamentista.
Cuando han pasado dos años desde que la invasión rusa a Ucrania, el gobernante dijo que necesita fortalecer las defensas en su frontera occidental ahora que Suecia y Finlandia se están uniendo a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN.
Putin aseguró que Occidente «provocó» el conflicto en Ucrania y que «sigue mintiendo, sin vergüenza alguna, diciendo que Rusia supuestamente tiene la intención de atacar a Europa».
Esta semana el presidente francés, Emmanuel Macron, encendió un debate internacional tras afirmar que el envío de tropas terrestres de la OTAN a Ucrania «no podía excluirse».
En ese contexto, Putin dijo que “las consecuencias para los posibles intervencionistas serán trágicas».
«También tenemos armas que pueden alcanzar objetivos en su territorio», añadió.
«Todo esto realmente amenaza con un conflicto con el uso de armas nucleares y la destrucción de la civilización. ¿No lo entienden?», aseguró Putin.
Varios países de la OTAN, incluidos Estados Unidos, Alemania y Reino Unido, descartaron el despliegue de tropas terrestres en Ucrania tras las declaraciones de Macron.
En su intervención, Putin también se jactó de las sofisticadas armas que posee Rusia -como aviones hipersónicos y submarinos no tripulados- y dijo que las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia se encuentran en un estado de “plena preparación».
A pesar de que Putin ha insistido en llamar la invasión rusa a Ucrania como una «operación militar especial», en esta ocasión se refirió explícitamente al conflicto como una “guerra”.
El gobernante agregó que una «mayoría absoluta» de los rusos apoyó su decisión de invadir Ucrania y que el pueblo ruso ahora estaba unido contra lo que calificó como intentos occidentales de debilitar al país.
También criticó las acusaciones de Estados Unidos de que Rusia está desarrollando armas nucleares para usarlas contra satélites en el espacio.
Putin pronunció su discurso dos semanas antes de las elecciones presidenciales de Rusia, en las que se espera que el mandatario consiga un quinto mandato.