Las encuestas están a la orden del día y del gusto de quien las quiera tomar. Habrá las que evoquen que tal candidata ya es inalcanzable mientras que habrá otras en que la otra candidata ya se colocó a nada de la puntera con el clásico remate: caballo que alcanza… ¡Yegua! en este caso.
En lo particular, me gustan las otras “encuestas”… las del tú por tú, cuando te cruzas en el camino de alguien y te da oportunidad de conocer realmente su interés fuera de nuestro círculo rojo…
Estoy en una reunión en Coatepec, y una señora pone sobre la mesa las gelatinas a compartir con los convidados… “¡Gelatinas! ¡Gelatinas!”, parodiando a una vendedora… Me acerco divertido y le digo: “¡Ja! ¡Como Xóchitl!”
La señora se voltea y sin dejar de sonreír, me pregunta: ¿Como quién?
–¡Como Xóchitl!
Ante la insistente respuesta, su sonrisa se transforma en extrañeza que me vuelve a cuestionar sin preguntar “¿Como quién?”
–La candidata del PAN, PRI y PRD a la presidencia…
La psicóloga de profesión dibuja en su boca un “Ah!” para rematarlo con un “No la conozco” y así, mató mi chiste.
No es el único caso…
Allá en Teocelo, mientras se disfruta de un partido dominguero, entre los espectadores, dos viejos, señorones, discuten de política, de Morena, de Veracruz, de la inseguridad… uno de ellos cuenta que la candidata a la Gubernatura del partido en el poder, es de Zacatecas…
El otro, sorprendido por el dato, alcanza a responder:
–¡Ah, chingao! ¿Ahora tenemos que exportar de otros estados para que nos vengan a robar? ¿Qué ya no hay veracruzanos que nos roben?
La puntada es excelente, similar a la de aquél que le pregunta a otro: ¿Quién es el candidato del PRI?
Responde el otro: Pues quién va a ser, ¡Yunes!
–Pero cuál– replica el otro…
–¡Qué más da! ¡Es Yunes! ¿o qué hay otros?
La percepción de la política fuera de nuestro microuniverso es totalmente opuesta al optimismo de simpatizantes y militantes que están inmersos en una batalla eterna por el poder, donde por un lado, deslegitiman cualquier evento en contra de su gallo o gallina, y ensalzan el que esté a favor de su candidato o candidata… ¡Cada quien su realidad como cada quien su encuesta!
Así que, seguiremos viendo encuestas tras encuestas, con puntos a favor y descensos o ascensos al por mayor tanto de una como de otro…
Dicen que las encuestas son a la medida de quien las manda a hacer… pero le va la última:
Una diputada manda un correo a una Casa Encuestadora para hacer dos cuestionamientos:
El primero, si la encuesta que se publicó hace unos días en diversos medios, era de ellos…
El segundo, si los resultados eran correctos.
La respuesta de la casa fue precisa y concisa:
Sí, a la primera; y no, a la segunda, donde se dio oportunidad de ampliar más su comentario: Los datos eran correctos, sólo que alteraron el lugar de los personajes… ella estaba en segundo lugar y con más positivos que el puntero…
Así las encuestas.