Por Edgar Hernández*
Miguel Angel Yunes Linares es un político polémico, controvertido y gestor de odios y desencuentros, pero sin duda pieza clave para el triunfo de Pepe Yunes el 2 de junio.
Su incorporación, más allá de la suplencia al escaño entregada, es parte de una estrategia a largo plazo y constituye el mejor acierto para alcanzar la unidad opositora en las urnas a 100 días de la elección.
Más para el Partido Acción Nacional -partido que decidirá la votación ya que posee el mayor capital electoral en Veracruz- que en los últimos años se ha dividido y sectorizado en su interior.
Yunes Linares es ya desde ahora el factor de unidad por provenir del PRI, su partido de origen y por consumar desde 2016 una alianza con el PRD como partido bisagra que lo llevaría a la gubernatura.
Cuando se iniciaron las pláticas tanto con Pepe Yunes, como al interior de los azules a nivel estatal y nacional y de cara al Frente Amplio por México y el equipo de Xóchitl Gálvez, no se tuvo la menor duda que la incorporación del exgobernador sería fundamental para la victoria en las urnas.
Se partió de la votación alcanzada por el PAN en 2018 estando en el poder “miyuli” cuando se superaron los 1.5 millones de votos quedando los azules tres puntos abajo de Cuitláhuac García, un desconocido que arrasó por el “Efecto Peje”.
Hoy con toda la fuerza opositora y en la sumatoria partidista -PAN-PRI- PRD- en el marco del respaldo ciudadano manifiesto en el repudio a Morena se estima, conservadoramente hablando, una votación superior a los 2.3 millones de votos en favor de Pepe Yunes.
Miguel Angel Yunes Linares, quien a no pocos cae en la punta de callo, es el factor de unidad.
Representa el enlace entre e viejo y el nuevo panismo. Es quien conoce las tripas de los municipios indecisos. Es a quien se deben favores políticos y quien conoce las entrañas de los poderes fácticos en Veracruz. Es prácticamente enlace y garante para alcanzar la mayor votación que históricamente registra el corredor Veracruz-Boca del Río Medellín-Alvarado.
El, con sus hijos y su nuera la alcaldesa Paty Lobeira, -la mar de simpatía, respeto y respaldo del municipio que gobierna- serán piezas clave para consumar la victoria opositora.
Que ha habido voces contrarias a su incorporación y que los morenos se han dado vuelo insultando y atacándolo… ¿Y?
Miguel no solo es respetado, sino temido y en política cuando se trata de vencer al adversario todo suma y todo cuenta.
¿No están en Morena escondidos y sin pena ni gloria los chafas “Cabeza de Lata” y “El Chanclas”? ¿No Morena se ha llevado a un ejército de priistas, petistas y verdes -mismos que ahora quieren regresar con Pepe- sin el menor recato?
Vaya ¿No la misma prensa aplaudidora de Morena, de Anilú y en abierto repudio a Pepe Yunes hasta hace unas semanas está ahora de rodillas con el “caballero de la política”, con el que “yo siempre dije que era el bueno?
Así es el juego de poder y así hay que entenderlo.
A eso se debe el miedo de la zacatecana. Por ello el pavor de Cuitláhuac García y secuaces con el innombrable Yunes Linares. Esa es la razón por la cual Palacio Nacional quiere bajar del caballo a Rocío Nahle a la mitad de río.
La fórmula “Yunes del Estero/Yunes de Perote” -que no guardan parentesco alguno- pesa.
Será el punto de quiebre para la victoria opositora que habrá de cambiar el rumbo de Veracruz de una vez y para siempre.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo