Prácticamente estamos a menos de seis meses de terminar el sexenio y mucho de lo prometido sigue en eso justamente, solo una promesa sin cumplir.
La peor promesa rota es la del sistema de salud como el de Dinamarca. Eso no son solo palabras sin consecuencias, las tuvo y fueron muy serias. Jugar con la salud de millones de mexicanos es la mayor irresponsabilidad imaginable, utilizar el tema políticamente es imperdonable, hacerlo con fines electorales es demasiado para poderlo aceptar.
En todos los indicadores estamos mucho peor hoy que en 2018. Mortalidad materno infantil, esperanza de vida o vacunación nos llevan más cerca de la República del Congo que de Dinamarca. Pensábamos que no podíamos estar peor y lo estamos. Gobernar a golpe de ocurrencias y con la total carencia de profesionalismo y seriedad nos llevan a estar en peores condiciones en materia de salud que hace 6 años.
Contábamos con un sistema de vacunación universal que era ejemplo a nivel mundial. Muchos países del primer mundo envidiaban lo que hacíamos en México. Éramos el Dinamarca en vacunación y ahora solo somos el Nicaragua.
Se contaba con un Seguro Popular que era causa de enorme corrupción y orígen de fortunas de muchos corruptos. Pero funcionaba, se requería, sin duda alguna, de apretar tuercas, cambiar bujías, checar niveles y revisar funcionamiento, pero nunca de quitar el motor y no suplirlo con otra cosa.
Hicieron el INSABI y se robaron hasta la risa, desapareció todo el recurso y nunca sabremos en qué se fue. Tanto fue el desorden que cancelaron el dichoso INSABI y lo colocaron a cargo del IMSS y lo llamaron IMSS Bienestar.Amigos, falló por completo, hay millones de mexicanos que no tienen sus consultas ni sus medicamentos.
La esperanza de vida de los mexicanos ha caído en 4 años en está administración. Para los que no saben, este indicador junto con el de Ingreso son los dos más importantes para calcular el Índice de Desarrollo Humano.
Mejoró de forma sensible el Salario Mínimo y sin duda eso es de lo poco que puede presumir esta administración. Pero mejorar un poco no cambia mucho las cosas. La pobreza es multidimensional y así es como se debe enfrentar. El ingreso es una parte de la pobreza, pero no es todo, hay peores carencias que la del ingreso.
En México para medir la pobreza se consideran varias dimensiones como el rezago educativo, el acceso a la salud, el acceso a la alimentación y a la seguridad social, la calidad y los espacios en la vivienda, los servicios básicos y la cohesión social. Solo se mejoró un poco en el ingreso, lo demás se mantuvo en el mejor de los casos igual, pero en rezago educativo, el acceso a la salud y la cohesión social empeoraron mucho,
Es decir, tenemos un poco más de dinero, pero en indicadores duros somos mucho más pobres hoy que hace seis años. Me pueden decir lo que quieran, pero la pobreza en México es más que el solo ingreso. Si a 20 millones de mexicanos les quitaste el acceso a la salud y el rezago educativo es mayor, siento decirlo, pero son mucho más pobres ahora que antes.
Si a lo anterior le sumamos que el rezago educativo y las carencias de acceso a la salud en los niños y niñas mexicanos son pobreza garantizada para el futuro, podemos decir que somos más pobres y seremos mucho más pobres en unos años.
Porque además de pobres seremos ignorantes y estaremos enfermos.
Pero tendremos trenes mayas, refinerías y una farmaciota, la más grande del mundo, sin medicinas.
El mayor crimen que puede hacer un país es no darle educación para competir globalmente y la salud para que sean adultos fuertes y sanos a nuestros niños y niñas.
Todo lo demás es lo de menos.
El presidente nos prometió la salud de Dinamarca y nos engañó.
¿Todavía le crees al presidente?
Jorge Flores Martínez
X: @jorgeflores1mx