Aún queda mucho trecho para la conclusión de las campañas de proselitismo de Pp Yunes y de Rocío Nahle, entonces no es aún momento para formular ningún pronostico. Ya dio inicio la quinta semana de una campaña comenzada el 31 de marzo, durante el tramo transcurrido hemos podido observar signos manifiestos del avance de Pepe Yunes Zorrilla en las preferencias ciudadanas, mientras que por el lado de Rocío Nahle ha habido serios tropiezos, con inicios cargados de grandes expectativas que ahora van a la baja y se advierte preocupación a causa de notables pifias y de las denuncias relativas al grueso patrimonio de origen inexplicable acumulado por la candidata de Morena al gobierno de Veracruz. Ese escenario no estaba contemplado en esa esquina del cuadrilátero electoral, de allí el desconcierto, y para colmo ahora se produce el enojo presidencial inserto en una catilinaria que destila decepción, desagrado y preocupación porque está en juego Veracruz, una plaza de estratégica importancia electoral en el tablero del ajedrez político nacional.
Ya comentamos sobre los tropiezos del inicio por la absurda estrategia de empezar su campaña electoral en la ciudad de Veracruz, las fallas se acentuaron por su garrafal desconocimiento de la geografía física y política de esta entidad; luego vino la confusión de Tlalixcoyan por Tlapacoyan, y antes ya había sorrajado su severa admonición contra los cafetaleros. Era manifiesta la arrogancia de Rocío Nahle expresada en un audio al decir: “No caeré en provocaciones” a la vez que aludía a una supuesta ventaja de 40 puntos sobre su oponente Pp Yunes. En materia electoral cuarenta puntos de ventaja, si en verdad los hubiere se asemejaría a un robo en despoblado, pero esa supuesta delantera nunca se percibió en la realidad y reñía con la lógica política ¿por qué Rocío Nahle medianamente conocida en Veracruz podría obtener tan desproporcionada ventaja sobre un político de reconocida vigencia como Pp Yunes? No encajaba en ninguna lógica. Ahora mismo circula la versión de una consulta elaborada por la encuestadora Massive Caller en donde Roció Nahle concentra una preferencia de 41.3% sobre un 37.2% para Pp Yunes- Si diéramos por cierta esa proporción y en el escenario de la hipotética ventaja de los 40 puntos, ya podemos imaginar la desazón en el cuartel general de Morena, porque perder en unas semanas la ventaja de 40 puntos cualquiera entraría en pánico. Pero en esta esquina del ring electoral los sinsabores y la inquietud persisten frente a la expectativa de que se publiquen otros “guardaditos” porque al parecer “aún hay más”.