Es una verdadera lástima; ahora que ya se estaba poniendo bueno el “diálogo” de “amigos” entre el Presidente López Obrador; y quien en su momento le tendió la mano, Ricardo Salinas Pliego…
El empresario se declaró dispuesto a entrevistarlo directamente para hablar claro y de frente; pero el señor Presidente, se rajó. Olímpicamente; se rajó. Escudándose en que hay un asunto de impuestos pendiente. Que cuando se resuelva, dijo “luego hablamos”…
Nada tenía que ver el asunto en Hacienda; se podía haber excluido el tema; pero no. Se rajó. Lo que hace cada vez menos dudoso, el que Salinas Pliego le sabe algo al Presidente. Lo menos, los documentos en los que consta el apoyo que recibió en efectivo…
Pero parece que el asunto todavía tiene mucha cuerda y se piensa que Ricardo Salinas Pliego no se va a quedar callado. Así que esperemos el próximo capítulo. Pues falle como falle la Corte con relación a los impuestos supuestamente adeudados, el asunto se va a poner bueno…
Si falla a favor de Salinas Pliego, el Presidente va a vociferar en contra del Poder Judicial. Y si está en contra, el que va a tomar el micrófono va a ser el poderoso Empresario; que seguramente algo le sabe. Pero por lo pronto, lo único cierto es que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, se rajó. Algo muy gordo debe de haber ahí.
Cambiando de tema…
A la luz de los hechos, hoy se entiende que quien no quiere la paz, no nada más es EE.UU. sino el mismísimo Zelensky, quien desde el día 1º de este mes, debió de haber entregado la Presidencia de su país…
Pero se negó a llevar a cabo elecciones, alegando estar en guerra y haber impuesto la Ley Marcial. Solo que la euforia del principio para enrolarse y derrotar a Putin, se ha transformado en miedo, porque ya nadie quiere ir al frente. Ni los mercenarios ¡vaya!…
Zelensky ha disminuido la edad para reclutarse; pero nada. Están recurriendo a métodos extremos para alistar gente; a tal grado que Denis Maliuska, Titular de Justicia, ha propuesto enrolar personas con antecedentes penales e incluso reclusos…
Sin tomar en cuenta el hecho, de que quienes son obligados para ir al frente, con frecuencia son los primeros que rinden sus armas y se entregan. Lo que es inaceptable, es que por aviesos intereses reeleccionistas, tenga que morir todavía más gente.
En otros asuntos…
Con relación al descarado, cínico -grosero, insolente, vulgar y lo que le siga- acarreo de gente, muchos de ellos empleados del gobierno que fueron obligados. Lo que, en una verdadera democracia, con autoridades comprometidas, bastaría para tomar medidas serias, pues es un delito…
El caso es que llevaron miles de acarreados para que la zacatecana se presentara como aspirante a la gubernatura de Veracruz. Hecho que, a querer o no, lleva a reflexionar en lo que ha de pasar por la mente de la señora Rocío…
Cuando horas antes, los parroquianos la habían literalmente corrido del internacionalmente conocido café del Puerto. Y más. Cuando todos esos que le aplaudieron y le gritaban Gobernadora, Gobernadora ¡iban obligados!…
Y lo más probable es que no vayan a votar por ella, pues esas actitudes impositivas generan animadversión. Las campañas son un show de vergüenza. Todos se engañan. Ella los engaña contándoles cuentos de lo que va a hacer y que finalmente ni lo había pensado -hay audios que dan a conocer a la verdadera Rocío; y es como para compadecer al tal Peña, quien con razón siempre anda de malas- y ellos, a su vez, le aplauden para que no los corran de sus trabajos por no asistir y echar porras…
Dicen por ahí, que el evento le costó 30 millones de pesos; aunque otros dicen que le costó la mitad; que los otros 15 son para ella; pues son para la campaña. La casa nunca pierde.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.