Estamos a 38 días de la jornada electoral del 2 de junio, será un hito histórico para la nación mexicana porque la disyuntiva consiste en votar por dos proyectos de nación muy contrastantes, y porque por el resultado electoral estaremos en condición de conocer qué grado de madurez tiene la ciudadanía mexicana, o si se confirma que tenemos el gobierno que merecemos porque votamos para luego arrepentirnos. La clase media mexicana dio el triunfo a López Obrador en 2018, solo para confesarse arrepentida a la vista de las primeras ocurrencias del gobierno encabezado por el otrora famoso “Peje”, seis años después ese sector poblacional encabeza la lucha para evitar la continuidad del proyecto lopezobradorista personalizado ahora por Claudia Sheinbaum, quien recibe el respaldo de todo el aparato de gobierno. Y de esta última prerrogativa gozan todos los candidatos de Morena a las gubernaturas estatales, incluida la de Veracruz, de muy singular importancia porque es la cuarta entidad en recaudación de votos. La actual es una pugnaz competencia que se escenifica principalmente en nueve frentes estaduales: Chiapas, Tabasco, Morelos, Yucatán, CDMX, Jalisco, Puebla, Guanajuato y Veracruz, durante la antesala de este proceso electoral el cálculo era optimista para Morena porque pronosticaban ganar seis de esas nueve entidades, Veracruz incluido. Pero ya avanzado este proceso los datos de la realidad hablan de una competencia bastante estrecha en seis entidades, incluidas la CDMX, Jalisco y Veracruz, las tres con una gran carga de electores, lo que explica la preocupación de Claudia Sheinbaum por visitar el norte de Veracruz en un periplo de tres días porque la campaña de Rocío Nahle camina dando tumbos.
Sin embargo, la visita de Sheinbaum no exime a la señora Nahle de aclarar el cúmulo de su patrimonio enriquecido salido a luz pública avalado en documentos, mientras ella solo atina a desmentir la nota y se remite a su declaración patrimonial como funcionaria pública, en menoscabo de haber incurrido en serias omisiones. Pero dando por falaz la información sobre el “inexplicable” y muy súbito crecimiento del patrimonio inmobiliario de Rocío Nahle, la candidata Sheinbaum lo atribuye la “desesperación” de sus adversarios y a continuación lanza flamígero bumerang: “los de la oposición que ya sabemos que son una bola de corruptos…”, ese fue un dardo envenenado cuya carga letal no habrá llegado muy lejos de donde lo lanzó. Y lo de la supuesta desesperación del adversario es autoengaño porque debe estar en conocimiento de consultas de opinión en las cuales su compañera de partido no sale muy favorecida. Pero la candidata Sheinbaum no puede adoptar otra actitud que no sea la de solidarizarse con Nahle porque van en el mismo vagón de tren y Veracruz, el cuarto padrón electoral de México vale más que una misa. En toda esta trama figura de manera central José Yunes Zorrilla, candidato de la Coalición opositora, porque su dinámica político-electoral ha despertado el entusiasmo veracruzano y se le pondera como una opción que garantiza un mejor futuro para Veracruz. Faltan 37 días para el 2 de junio ¿habrá más secretos de Rocío Nahle al descubierto? Mal andan las cosas cuando esa clase de incógnitas sustituye a las propuestas.