Esto se termina y no es como lo pensaba, hasta hace unos meses me parecía que la elección de este año sería un día de campo para Morena, el capital político con el que contaba parecía que era suficiente para ganar estas elecciones, las del 2027 y 2030 sin mayor problema.
Al final nada, la política no tiene palabra de honor y los escenarios fueron cambiando de forma precipitada mes a mes. Ahora algunas de las gubernaturas son una moneda al aire, la de Veracruz parece decantarse por la oposición, así también la CDMX, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla y Yucatán. El oficialismo tiene seguras Chiapas y Tabasco, los números son aplastantes en esos dos estados.
En lo que se refiere a las Cámaras, me parece que eso de tener la mayorías para cambiar la Constitución a su gusto será un poco difícil, es más, en un descuido el oficialismo no logra siquiera la mayoría necesaria para aprobar el presupuesto anual. Las cosas no son sencillas y estos 30 días que les restan a las campañas serán intensas.
Los números no están fáciles para el oficialismo, tanto, que el presidente mandó a llamar a todos sus diputados y senadores para poner en claro lo que tienen que hacer para lograr mayorías cómodas y gubernaturas que se sumen a la transformación.
Pero veamos el caso de Veracruz, Rocío Nahle es una candidata que desde el inicio no garantizaba buenos resultados. No tiene arraigo en Veracruz, ni estructura social que la apoye y no es muy carismática que digamos. Los escándalos de corrupción, sean ciertos o no, le pegaron justo en la línea de flotación y le será muy difícil superarlos, el costo político es muy alto y ya por momentos me parece que la abandonaron a su suerte. Ni uno solo de los candidatos la quieren cerca, les contamina su campaña.
Lo que parecía un día de campo se está transformando en un horror electoral. Tienen dos alternativas: redoblan sus campañas o se abocan al día de elección con estructura electoral para llevar y movilizar votos y casillas complicadas. Tendrán que hacer una gran movilización electoral, más de lo que tenían considerado. El problema es que esto se les puede salir de control y la elección dejar de ser creíble y democrática.
El otro escenario es que el oficialismo desconozca los resultados que le sean adversos, en ese caso se complica de forma muy seria la estabilidad política del país. No creo que estén dispuestos a reconocer y aceptar derrotas en Palacio Nacional.
Veremos qué pasa, serán 30 días políticamente muy intensos.
Espero que como mexicanos seamos capaces de resolverlo de forma democrática y republicana.
Espero que lo que nos queda de nuestras instituciones sea suficiente para mantener a nuestro país en paz.
Pero el día de campo que esperaban ya no lo es ni lo va a ser.
Jorge Flores Martínez
X: @jorgeflores1mx