Si los Yunes del PAN creían que ahora, en las sucesiones estatal y presidencial de 2024, iba a haber también “perdón y olvido” como en las de 2018 –en las que el jefe del clan, el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes Linares difundió videos en los que retaba a debatir a Andrés Manuel López Obrador, tildando de loco y corrupto al fuerte aspirante de Morena a la Presidencia de la República–, por la serie de sucesos que se ha venido dando después de las elecciones del pasado 2 de junio se percibe que la virtual gobernadora morenista Rocío Nahle no está dispuesta a concederles el “borrón y cuenta nueva”, al menos no gratuitamente.
La semana antepasada, por ejemplo, le reactivaron a Miguel Ángel Yunes Márquez, recién electo como senador de primera minoría, el proceso penal que desde 2021 inició en su contra y de otros siete ex funcionarios municipales la Fiscalía General del Estado por los presuntos delitos de uso de documento falso, falsedad ante la autoridad y fraude procesal, ya que en la elección municipal de hace tres años presentó documentos apócrifos para comprobar que cumplía con el requisito legal de la vecindad efectiva en el puerto de Veracruz, a cuya alcaldía fue postulado pero que finalmente fue inhabilitado por el Tribunal Estatal Electoral tres semanas antes de los comicios del 6 de junio, siendo sustituido en la candidatura por su esposa Patricia Lobeira.
Recientemente, por presunta presión de Nahle –quien se ha reunido con la magistrada Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado, y ha cuestionado públicamente la pasiva actuación de la Fiscalía General de Veracruz a cargo de Verónica Hernández Giadáns, incondicional del ex secretario de Gobierno, Eric Cisneros, desterrado políticamente de la entidad por la virtual gobernadora–, ha sido citado a comparecer un par de veces en los Juzgados de Pacho Viejo, pero ni el viernes 14 ni el 21 siguiente de este mes se presentó pretextando problemas de salud.
Ahora, el pasado fin de semana, hubo un suceso grave en el que pretenden implicar a su hermano Fernando Yunes, ex alcalde porteño y recién electo diputado local plurinominal. El lunes 24, el diario Notiver consignó un operativo policiaco en un edificio del fraccionamiento Costa de Oro en la zona conurbada de Boca del Río.
Ayer, el diario La Jornada detalló que, tras un reporte de actividades sospechosas en dicho inmueble, a través de una llamada al número de emergencias 911, la policía estatal, en coordinación con las secretarías de la Defensa Nacional, Marina y la policía municipal ingresaron a la unidad habitacional para constatar el hallazgo de un arsenal de más de 200 armas largas, por lo que de acuerdo con los protocolos dieron parte a las fiscalías General del Estado y la General de la República (FGR).
Ayer, otros medios informaron que en total fueron 279 armas de fuego, 861 cargadores, 14 mil 979 cartuchos útiles, así como 79.698 kilogramos de droga, al parecer “kristal”. Lo curioso es que no hubo detenidos.
Sin embargo, en correos electrónicos difundidos por operadores mediáticos identificados con Morena, se esparció anteayer la siguiente versión:
“Un fuerte tufo corre en el caso del Departamento con cerca de 200 armas de alto poder encontradas en el exclusivo fraccionamiento de Costa de Oro en un departamento donde ahora se sabe residían los escoltas de Fernando Yunes Márquez, quien vive a escasos 100 metros en la exclusiva ‘Torre Atelier’, donde habita un impresionante Penthouse”.
“Y es que existen muchas coincidencias en este hecho, ya que los escoltas de Fernando habitaban esa torre de departamento de 3 pisos color blanco, y el Director de la Policía Municipal de Boca del Río, de nombre David Jurado Cruz, fue uno de los primeros en llegar a la escena e intentó acordonar para impedir el paso, situación que no logró controlar ya que a los pocos minutos llegó la Policía Estatal y las Fuerzas Federales quienes le ordenaron retirarse y dejar que ellos tomaran el control del pitazo que se había dado de forma anónima a las autoridades sobre lo que había al interior de dichos departamentos ligados a Yunes Márquez.”
Ayer volvieron a difundir otro correo electrónico para señalar “las cochinas coincidencias con el famoso departamento ubicado en la calle Ballena del Fraccionamiento Costa de Oro en Boca del Río”, donde se encontró el pasado fin de semana el arsenal “y muchos kilos de droga (cristal)”.
Remarcaron que “en dichos departamentos habitaban los escoltas de la familia Yunes Márquez, tanto los que cuidan a Migue Ángel Yunes Linares, como los que cuidan a sus hijos Miguel y Fernando, así como a Patricia Lobeira y Mariela Lohmann”, sus respectivas esposas.
“Un auténtico pelotón compuesto por más de 20 elementos de seguridad, a los que el Clan Yunes tenía viviendo en ese lugar del cual una llamada anónima dio cuenta a las autoridades de seguridad por lo que ocurría y lo que había en su interior”.
Pero ahora divulgaron un nuevo dato: “que dicha torre de departamentos fue construida por Grupo Genus Desarrolladora, empresa ligada directamente al lavado de dinero del Clan Yunes, en donde quienes dan la cara son los prestanombres Flavio Hernández Cházaro y José Ricardo Medina Hernández”.
Y advierten que “será la Marina, la FGR y demás instancias Federales las que se encarguen de investigar a fondo todas estas coincidencias y dar con los propietarios de dicho armamento y droga”.
“La mesa está servida, se espera que pronto caiga quien tenga que caer por dicho descubrimiento”, concluye el libelo atribuido a un antiguo servidor de los Yunes de El Estero y que ahora es aliado de Morena en Veracruz.
Por otra parte, el comisionado presidente del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI), David Agustín Jiménez Rojas –quien, en 2021, como representante de Morena ante el Órgano Público Local Electoral (OPLE) interpuso en contra de Miguel Ángel Yunes Márquez el juicio ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que inhabilitó al panista porque no acreditaba la residencia efectiva–, afirmó que la denuncia por uso de documento falso, falsedad ante la autoridad y fraude procesal debería alcanzar también a su hermano Fernando Yunes, quien era el alcalde de Veracruz y cuyos subalternos validaron los documentos apócrifos.
Jiménez Rojas fue llamado a la audiencia a la que se citó al primogénito del ex gobernador Yunes Linares, quien no se presentó argumentando problemas de salud.