sábado, septiembre 7, 2024

Engallado, ‘Alito’ va contra sus disidentes

Como era de esperarse, ayer el dirigente nacional del PRI, que impuso la reelección como la nueva esencia de su partido, dejando atrás lo último que le quedaba de la ideología revolucionaria que le dio origen, amenazó con una «purga» de militantes de su partido que se opusieron a su reforma estatutaria y habló de «peticiones de expulsión» que existen en contra de varios de ellos en los estados de la República que podrían ser retomadas por el Consejo Político Nacional.

En conferencia de prensa, desde su sede nacional, Alejandro Moreno Cárdenas se lanzó contra Manlio Fabio Beltrones, a quien ahora sí mencionó por su nombre para decir que aparece en las investigaciones del Caso Colosio; contra Dulce María Sauri, a quien le recordó que perdió la Presidencia de la República, en 2000 y tuvo que ver con el Pemexgate y el desvío de mil 500 millones de pesos a la campaña de Labastida Ochoa y hasta contra Aurelio Nuño, el exsecretario de Educación a quien calificó de «cínico» y sin militancia priista.

«Hay muchas propuestas y solicitudes de los estados de la República para que se presente ante la Comisión de Justicia Partidaria la expulsión de todos y cada uno de ellos, porque causales de expulsión también son atentar contra la unidad del partido, calumniar en el partido, mentir públicamente con el partido», dijo el dirigente nacional priista ante aplausos de sus seguidores. «No nos van a asustar, ni nos van a echar para atrás. Yo soy un gladiador, yo estoy echado adelante siempre y a mí no me van a asustar ni nos van a doblar», amenazó «Alito», quien se dijo «atacado y difamado» por sus correligionarios.

Ayer mismo, en el noticiero «A la Una» con este columnista que transmitimos por «Heraldo Radio», el senador electo Manlio Fabio Beltrones le respondió a «Alito» Moreno, a quien retó a que presente tanto su denuncia ante la Fiscalía por sus acusaciones sobre el Caso Colosio, mismas que «tienen más de 30 años y las han desechado varias fiscalías», como también las solicitudes de expulsión en contra de sus disidentes que no están de acuerdo con la forma en que convocó y realizó una Asamblea Nacional al vapor para introducir la reelección como principio de un partido de esencia antirreeleccionista, como es el PRI.

«Nosotros no vamos a caer en ese tono tan vulgar, ni vamos a responder a las balandronadas que está teniendo el dirigente», dijo Beltrones. «Que publique su reforma e iremos a las instancias necesarias, al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a combatirlas por haberlas hecho sin escuchar a la militancia y sólo con su grupo político. Y que presente sus solicitudes de expulsión e iremos también a decirle a los magistrados que en nuestro partido se violenta el derecho a disentir y a cuestionar lo que propone nuestra dirigencia», pidió el exlíder nacional priista.

La virulencia de «Alito» y sus amagos de expulsar a quienes cuestionan su asalto a los estatutos es algo que llama la atención de los priistas que no están de acuerdo con esta reforma. Hay incluso quienes piensan dentro del priismo que todo este discurso estridente y pendenciero, con el que intenta fracturar todavía más al PRI y echar de sus filas a los que no son parte de su grupo político, tiene que ver con algún tipo de acuerdo o arreglo que tiene Moreno Cárdenas con Palacio Nacional y con la 4T, que lo estarían respaldando para que continúe al frente del PRI durante el próximo gobierno de Claudia Sheinbaum.

«Sólo alguien que tiene un respaldo como el del Presidente y de la futura mandataria, estaría actuando de manera tan temeraria y violenta como lo está haciendo ‘Alito’ Moreno contra los pocos liderazgos priistas que nos quedan. Pareciera que quiere sacudirse a todos los liderazgos ajenos en el viejo partido para que sólo su corriente y su grupo cercano maneje y decida todo en el PRI», nos dijo ayer un exgobernador priista.

No es la primera vez que a «Alito» se le señala por ser un dirigente afín a López Obrador y con acuerdos y compromisos con su gobierno. Recién llegado al cargo los mismos priistas lo bautizaron como «Amlito», por el apoyo subrepticio pero real que tuvo desde Palacio Nacional para poder llegar a la dirigencia nacional del PRI; así que no sería extraño que, buscando repetir esos acuerdos con la 4T, estuviera ofreciendo el control absoluto del priismo y sus bancadas para la próxima Presidencia que encabezará la doctora Sheinbaum Pardo.

Así que el pleito interno que está azuzando y creciendo el propio dirigente nacional del PRI, con sus ataques y descalificaciones a quienes ejercieron su derecho de disentir y cuestionaron la reelección en los estatutos priistas, parece no tener punto de retorno. Y aunque los disidentes digan que no caerán en las provocaciones de «Alito», al final este ya demostró que tiene todo el control de los órganos internos de su partido y es muy probable que la ruptura que viene en el partido tricolor termine con impugnaciones y denuncias ante el Tribunal Electoral… Los dados mandan Escalera Doble. Mejora el tiro y se equilibra la semana.

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