Agencias/Sociedad 3.0
Dos activistas del grupo de defensa de los derechos de los animales PETA interrumpieron el miércoles la audiencia general del papa Francisco, gritando y sosteniendo carteles contra la tauromaquia antes de ser desalojadas del salón Pablo VI.
Las dos llevaban camisetas que decían «dejen de bendecir corridas» y sostenían carteles con la frase «las corridas son pecado». PETA ha pedido al papa que corte los lazos de la Iglesia católica con la tauromaquia y condene el «despreciable deporte sanguinario».
De acuerdo con la organización, cada año decenas de miles de toros son sacrificados en festejos taurinos en todo el mundo, muchos dedicados a santos católicos. En esos eventos, agresores a caballo y a pie clavan lanzas y banderillas en el toro, lo que le causa un fuerte dolor y restringe sus movimientos.
PETA ha señalado que el papa Francisco escribió en su encíclica «Laudato Si» que todo ensañamiento con cualquier criatura es contrario a la dignidad humana, y que, desde el siglo XVI, el papa san Pio V prohibió las corridas de toros por considerarlas crueles y «alejadas de la piedad y la caridad cristiana».
Con información de Proceso