lunes, diciembre 23, 2024

El transístmico: Limitaciones, contradicciones y potencial

Dr. Rafael Vela Martínez

El antecedente más inmediato del Proyecto Transístmico fue la promulgación de la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales (LFZEE), en junio del 2016, la cual tuvo por objeto regular la planeación y la puesta en operación de las Zonas Económicas Especiales (ZEE): en el Puerto de Lázaro Cárdenas, entre Michoacán y Guerrero; el corredor inter oceánico, en el Istmo de Tehuantepec, desde Coatzacoalcos, Veracruz, hasta Salina Cruz, Oaxaca; y, en Tapachula, Chiapas. El Gobierno del presidente  López Obrador retomó esa iniciativa y la adecuó para el caso del Istmo de Tehuantepec, como un proyecto que habría de recuperar la carretera y vías de ferrocarril que unen a Coatzacoalcos en Veracruz, con Salina Cruz, Oaxaca; de esta manera a partir de agosto de 2020, el Programa Istmo pasó a formar parte del Sistema Nacional de Planeación.

Este proyecto que tiene más de un siglo de haberse considerado como medio estratégico para trasladar productos entre el océano Atlántico y el Pacífico, en algún momento se pensó que podría desplazar al Canal de Panamá. Actualmente este proyecto  muestra graves limitaciones que no lo perfilan como una estrategia de desarrollo para la región y sus habitantes; sino en todo caso, para las multinacionales que desplazaran sus mercancías para  pasar del Océano Atlántico hacia el Pacífico y disminuir los tiempo y costos para llevarlos a uno de los mercados más grande del mundo y en particular la región de California en Estados Unidos.

Es innegable que el proyecto Transístmico tiene un gran potencial para el desarrollo de la región, pero esto, al momento, solo se plantea desde la perspectiva teórica, pues no se ha registrado inversión estratégica suficiente, para capitalizar dicho proyecto; de hecho,esto se logrará, si y solamente sí,  los Gobierno de Veracruz y Oaxaca estructuran proyectos estratégicos de inversión, tomando como punto de partida la localización de los parques industriales y la delimitación de sus perfiles, de acuerdo con las potencialidades de su entorno microrregional; al tiempo que se consideran acciones complementarias en educación, salud, seguridad, integración carretera intermunicipal, medio ambiente, integración de los actores socioeconómicos e institucionales, desarrollo agropecuario y sobre todo vincular a sus Universidades Públicas, de manera efectiva, al desarrollo de tecnologías estratégicas para potenciar al sector productivo regional.

En el conocimiento de Viridiana Ríos, quien es experta en cuestiones económicas internacionales, en alguna ocasión señaló que  ZEE del mundo han fracasado en crear desarrollo económico redistributivo; de hecho puntualiza que muchas han sido incapaces de atraer inversión y ejemplifica con los casos de Ghana y Haití, así como el fracaso de más del 90% de las ZEE en el mundo; traigo a colación esta afirmación, porque es válido el símil, ya que este puede ser el destino del Transístmico, donde las empresas multinacionales solo llegan a explotar la mano de obra femenina, infantil, indígena, y aprovecharse de toda la población analfabeta o con bajos niveles de estudios. 

Incluso, en este sentido, un aspecto importante que debe destacarse es la lógica con base en la cual toma decisiones el gobierno, es muy diferente a la lógica con la que actúa el mercado, tan es así que en la justificación del proyecto Transístmico se señala que la inversión extranjera directa no ha llegado a los estados del sur y sureste del país, debido a la falta de incentivos fiscales, poca infraestructura y altos costos transaccionales; al respecto, debe enfatizarse, como economista que soy, que factores de mayor determinación por las que no llega la inversión extranjera directa, tiene que ver más con la falta de capital humano entrenado o ausencia de mercados de mano de obra especializada; la presencia del crimen organizado; la carencia de ciudades medias atractivas para que los gerentes y directivos se establezcan con sus familias; la falta de un sistema integrador de vías de comunicación; la fragilidad del Estado de Derecho, la dependencia alimentaria que enfrenta el estado de Veracruz.

Desde mi perspectiva, considero que el Proyecto Transístmico se puede convertir en la palanca del desarrollo del sureste del territorio nacional, siempre y cuando se lleven a cabo acciones imprescindibles y estratégicas; de inicio, es importante desmitificar este proyecto y ubicarlo en su dimensión real, ya que en el ámbito nacional se ha promocionado que habrá de traer beneficios inmediatos a 79 municipios de esta región: 33 de Veracruz y 46 de Oaxaca. A pesar de que esta franja tiene un territorio “atomizado”, habría que considerar que los únicos municipios por donde cruzan las vías del ferrocarril a las que se está dando mantenimiento y las carreteras que se están ampliando y reparando, son: Coatzacoalcos, Cosoleacaque, Chinameca, Oteapan, Minatitlán, Jáltipan, Texistepec, Oluta, Sayula de Alemán, San Juan Evangelista y Jesús Carranza, del lado de Veracruz. Del lado de Oaxaca: Matías Romero Avendaño, El Barrio de la Soledad, Asunción Ixtaltepec, San Pedro Comitancillo, San Blas Atempa, Santo Domingo Tehuantepec, Salina Cruz, San Juan Guichicovi, Santa María Petapa, Santa María Mixtequilla, Soconusco, El Espinal, Juchitán de Zaragoza, Acayucan y Ciudad Ixtepec, suman 26 municipios en total, considerando ambas entidades federativas, no son las 79 municipalidades argumentadas.

No obstante lo antes señalado, es necesario puntualizar que es posible potenciar el desarrollo de todos los municipios mencionados por la federación, e incluso muchos más, sólo si los gobiernos de los estados de Veracruz y Oaxaca integran proyectos estratégicos de inversión complementarios; y se lleven a cabo inversiones complementarias, por parte de los municipios metropolitanos contiguos, a saber: las Zonas Metropolitanas (ZM) de Coatzacoalcos, Minatitlán y la Zona Conurbada de Acayucan, por parte de Veracruz; y, las ZM de Tuxtepec, Salina Cruz y Oaxaca, del lado de la entidad oaxaqueña. 

Un reto inmediato a superar en estas regiones es el analfabetismo: los municipios de Coatzacoalcos y Nanchital de Lázaro Cárdenas del Río muestran un indicador bajo en analfabetismo, de menos del 4%; sin embargo, los municipios de Acayucan, Jesús Carranza, Oluta, San Juan Evangelista Sayula de Alemán y Texistepec registran una tasa de analfabetismo superior al 12%. En promedio, todos los municipios de esta región del Istmo de Veracruz tienen una tasa de analfabetismo del 8.6%, superior al indicador a nivel nacional que para el año 2021 fue del 4.7%. En el estado de Oaxaca, para los municipios de esta región, el promedio es de 10.6%, los valores extremos los registran, por un lado, el municipio de Salina Cruz con una tasa ligeramente superior al 4%; y, por el otro los municipios de San Blas Atempa y San Juan Guichicovi, con tasas del 23.9% y 28.6% respectivamente. Como se advierte, la incapacidad de leer y escribir demuestra el profundo retraso educativo que obstaculiza el desarrollo en esta región.

En materia de salud las limitaciones son similares. La población sin acceso a los servicios de salud en el estado de Veracruz muestra peores indicadores, en comparación con el estado de Oaxaca. De los 14 municipios que conforman esta región, siete presentan casos extremos, el primero es Sayula de Alemán donde casi el 46% de la población no tiene acceso a este servicio; así como los municipios siguientes: Acayucan, con un 38.86%; Texistepec, con 38.79%; Soconusco, con el 37.50%; San Juan Evangelista con el 35.93%; Oluta con 35.62% y Jesús Carranza con 33.54%; el promedio para la región en cuanto a no tener acceso a los servicios de salud es de 31.60%.

La pobreza es otro fenómeno a ser atendido de manera inmediata; destaca el alto porcentaje de habitantes en situación de pobreza que hay en todos los municipios que, en promedio, es superior al 50% respecto de la población total. Los municipios con mayor situación de pobreza extrema al año 2020, de acuerdo con el CONEVAL, son: Sayula y Texistepec con 27.38% y 26.70%, respectivamente; y San Juan Guichicovi y San Blas Atempa con 22.37% y 22.91% respectivamente.

La investigación que soporta las afirmaciones aquí vertidas está próxima a publicarse por la Asociación Mexicana de Ciencias para el Desarrollo Regional AMECIDER, luego del Encuentro Nacional de Regionalistas, una vez publicada, en este espacio les daré a conocer las estrategias que se proponen para convertir el proyecto del transístmico en palanca del desarrollo en Veracruz.

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