domingo, noviembre 24, 2024

¿Es el aburrimiento un sentimiento que debemos evitar a toda costa?

Gonzalo Ortega Pineda

Hola querido lector, para todos aquellos que tuvieron la fortuna de contar con un periodo vacacional, espero se la pasaran muy bien y aprovecharan para descansar, para los que no, espero que fueran días productivos y con tranquilidad. Quiero comentarles que, es un placer poder escribir para ustedes, de verdad aprecio la oportunidad. Esta semana y apropósito de las vacaciones, les quiero dar un dato que puede resultar un tanto curioso, de acuerdo con el economista, solo 3 de cada 10 mexicanos tomara vacaciones en el periodo de verano y solo alrededor del 40% de estos, podrá desconectarse por completo, el resto, no lo podrá hacer, deberá estar como vulgarmente se dice, disponible por cualquier cosa que se pueda presentar en los centros de trabajo. El mexicano es de los que más horas trabajan, pero tenemos un problemita con la productividad, eso será tema de otro momento. 

Aprovechando estos días, quiero hablar sobre algo que hemos visto por mucho tiempo como un sentimiento negativo, es algo que constantemente evitamos, me estoy refiriendo al aburrimiento. Probablemente lo relacionemos más con los niños en periodos de descanso, cuando los padres dicen, que el niño no se aburra y en este mundo lleno de actividades y de prisas, es preferible meterlo a una serie de actividades en la mañana y en la tarde, ya que, es casi inconcebible estar aburrido, porque  lo vemos como si no tuviera cosas que hacer, el no tener cosas que hacer, es algo muy diferente al aburrimiento, podemos tener muchas cosas por hacer, pero llega un momento en el que nos sentimos aburridos, y lo vemos como algo no muy bueno, esto, derivado que durante mucho tiempo nos han inculcado la idea que siempre debemos estar haciendo algo, no podemos permitirnos el aburrirnos. Antes de continuar con el tema, lo que me gustaría hacer primero es definir ¿Qué entendemos por aburrimiento?

Según académicos pertenecientes a la facultad de psicología de la UNAM, y a su publicación en la gaceta universitaria del 2022, el aburrimiento es considerado como una emoción desagradable y surge ante circunstancias en las que no tenemos algún tipo de estímulo, ya sea físico o intelectual, lo que provoca una falta de interés en algunas actividades, entre otras características. A primera vista se podría ver como algo terrible, pensemos nuevamente en los niños, si se aburren por las tardes después de la escuela, quienes tengan el tiempo y las posibilidades, los mandan a hacer actividades deportivas o que este en talleres donde los mantengan activos, los que tengan menos posibilidades probablemente los pongan a ayudar en labores de casa y otros tantos a la calle. El mundo actual, pide niños activos durante y después de la escuela, la idea es que no se aburran, esto lo podemos sacar también de la escuela y llevarlo a otros aspectos de la vida, por lo tanto, si alguien se aburre en el trabajo, este puede mandar el signo de no estar ocupado, de no trabajar, no le interesa progresar y que no tiene puesta la camiseta, si es que nos aburrimos en centro de trabajo, si es en la escuela, el niño es un desinteresado total.  

Pero el aburrimiento no es del todo malo, es un sentimiento que no nos han enseñado a gestionar, en verdad pasa lo mismo que muchos otros sentimientos, no nos han enseñado a gestionarlos. Retomando al aburrimiento, este no es del todo malo, siempre y cuando como resultado de este, hagamos algo positivo, para lograrlo es importante iniciar con algunas recomendaciones, como las que hace la psicóloga Victoria González, quien propone iniciar con la tolerancia,  debemos enseñarnos a entender que, si ya identificamos que nos  estamos aburriendo, podamos aprovechar en concentrarnos en nosotros mismos, en nuestro cuerpo, en tratar de entender que estamos sintiendo, algo que ayuda mucho en este proceso es el descansar, observar nuestro alrededor, caminar un poco y regresara la actividad que nos aburre, posterior a despejarte, posiblemente encuentres algo que no habías notado en un principio y podría ser de interés.

Algo sumamente importante para lograr gestionar de forma positiva el aburrimiento, es darle importancia al ocio, darle tiempo a algo en lo que aparentemente no se está generando ningún valor, esto nos puede ayudar a despertar la creatividad o procesos de planeación. Diversos estudios psicológicos, como el realizado por Josefa Ros, mencionan que este estado de ánimo puede ser bueno, siempre y cuando sea gestionado de forma positiva, ya que, este también puede llevar a conductas negativas como los vicios o conductas que pongan en riesgo nuestro bienestar, al estar aburrido, algunas personas pueden buscar actividades de riesgo para no tener ese sentimiento, pero si se gestiona el sentimiento de forma adecuada, puede ayudar a explorar otras facetas de nosotros mismos, como la capacidad de resolución de problemas, pensar en nosotros mismos o incluso, como lo mencione líneas arriba, desarrollar procesos creativos enfocados a la solución de problemas, o simplemente que se nos ocurran cosas que ayuden a estar bien.

Tampoco quiero decir que sentirse aburrido  es algo deseable, no para nada, lo ideal es no sentirnos de esa forma, este sentimiento, como todo en exceso no es algo positivo, lo que si debemos hacer es escucharnos y aprender a identificar nuestros sentimientos para saber que tenemos, al hacerlo podemos ejercer el poder de pensar, pensar en ese imperativo Socrático de “conócete a ti mismo”, es en este punto donde ya se complica un poco la cosa, ya que, casi nunca hacemos ese ejercicio, ¿Cuántos de nosotros le hemos dedicado tiempo a pensar lo que nos gusta o qué nos satisface? Sin duda no es una pregunta fácil de responder, pero que les parece que dejemos este análisis para ese momento en el que identifiquemos que nos encontramos aburridos. Nos leemos en la siguiente, que la pasen bien y no se aburran, si lo hacen, recuerden cómo gestionar el sentimiento y si es respondiendo la pregunta anterior, será genial.

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