Las tecnologías de la información y comunicación (TIC) avanzan a un ritmo vertiginoso y exponencial, impactando y transformando diversos ámbitos como la economía, las finanzas, la salud, el transporte, la educación, la seguridad, entre otros. Uno de los principales desafíos en este proceso de evolución y transformación digital es el desarrollo de herramientas que impulsen la accesibilidad y la inclusión. Esto implica crear dispositivos y aplicaciones que ayuden a personas con condiciones específicas o discapacidades a mitigar los efectos de estas y facilitar su participación activa en la sociedad.
Desde hace algunos años, surge el concepto de tecnología asistiva, la cual se orienta a hacer accesibles los avances y desarrollos digitales. Esta tecnología, también conocida como tecnología de apoyo o asistencia, consiste en herramientas tecnológicas que permiten a personas, independientemente de su condición, acceder a materiales o dispositivos digitales. La accesibilidad digital comienza con un diseño universal que facilite a las personas sobre cómo percibe, comprende y navega a través de dispositivos, materiales y herramientas digitales. La tecnología asistiva integra un amplio espectro tecnológico que incluye áreas como la arquitectura, la interacción persona-computadora, el diseño, la psicología y la informática, siendo la inteligencia artificial uno de los elementos más recientes y novedosos de este campo, la cual ha cosechado notables avances.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) la tecnología asistiva resulta de gran ayuda para mantener o mejorar la capacidad funcional de las personas en cuanto a cognición, comunicación, audición, movilidad, cuidado personal y visión. Esto les permite mejorar su salud, bienestar, integración y participación en aspectos como la educación, el empleo, la forma física, el ocio y otras actividades diarias.
El Informe mundial de la OMS y UNICEF sobre la tecnología de asistencia (2022) indica que solo el 3% de las personas en algunos países de bajos ingresos tienen acceso a ese tipo de tecnologías y productos que necesitan, en contraste con el 90% de los países de alto ingreso. Además, el envejecimiento de la población mundial y el incremento de las enfermedades no transmisibles, proyectan que para 2050, 3500 millones de personas necesitarán tecnología asistiva.
Existen varios obstáculos para el acceso a dispositivos de apoyo, entre ellos los altos costos, la falta de adecuación en el rango de productos disponibles y la ausencia o inadecuación de políticas públicas.
Un ejemplo icónico de esta tecnología es el dispositivo utilizado por Stephen Hawking para comunicarse, que empleaba la inteligencia artificial para producir palabras cuyas letras eran seleccionadas mediante los movimientos de sus pómulos. Este sistema convertía las palabras en voz, permitiéndole expresa sus ideas. La evolución tecnológica ha dado lugar a numerosas aplicaciones que ayudan a usuarios con condiciones específicas o dificultades, desde lectores inmersivos para personas con dificultades de aprendizaje hasta prótesis biónicas, widgets para páginas web que complementan la accesibilidad para cualquier tipo de discapacidad, herramientas de transcripción de voz a texto, magnificadores digitales y más.
En el ámbito educativo, la tecnología asistiva ha cobrado relevancia al ofrecer soluciones personalizadas que satisfacen las necesidades únicas de cada estudiante, atendiendo no solo la accesibilidad física, sino también aspectos como el acceso a la información, la comunicación y el aprendizaje. Esto contribuye significativamente a la creación de entornos educativos personalizados, inclusivos, equitativos y enriquecedores.
La inteligencia artificial está impulsando el desarrollo de tecnologías asistivas más intuitivas y efectivas, permitiendo personalizar el contenido educativo, ofrecer retroalimentación en tiempo real y facilitar la interacción con materiales de estudio, lo cual representa un avance notable en la individualización de la enseñanza.
Innovaciones prometedoras como la realidad virtual y aumentada están integradas en entornos educativos inclusivos, mientras que la impresión 3D abre nuevas posibilidades para crear materiales educativos adaptados a las necesidades específicas de estudiantes con discapacidades, favoreciendo la personalización y la inclusión en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Además, existen desarrollos para facilitar una mayor participación de estudiantes con discapacidades auditivas, motrices y visuales, como lentes inteligentes, labeladores de audio, audífonos de conducción ósea, teclados y pantallas electrónicas Braille.
Implementar eficazmente la tecnología asistiva en entornos educativos enfrenta diversos desafíos, destacando la disponibilidad de recursos económicos, la formación docente especializada y la actualización de las políticas educativas.
La tecnología asistiva como innovación tecnológica destaca la importancia de la promoción de la accesibilidad y la inclusión en diversos ámbitos. Es necesario analizar ampliamente los desafíos actuales y futuros en la materia, desde una perspectiva compartida entre gobiernos, instituciones educativas, desarrolladores de tecnología y la sociedad para fomentar un entorno inclusivo y accesible para todos. La colaboración y la inversión en investigación y desarrollo son esenciales para explorar soluciones innovadoras que mejoren la vida de las personas con discapacidades y promuevan la igualdad de oportunidades.
Ideario en Perspectiva
A 50 días de bajar la cortina, el balance del corte de caja muestra numerosos pendientes, pasivos y retrocesos. En áreas clave como Educación, salud, deuda pública, seguridad, transparencia y corrupción (ya ni pañuelito blanco se muestra). Las paraestatales CFE y PEMEX, con números rojos. Por si faltara, elefantes blancos, incremento en el empleo informal, gasolina a más del doble de 10 pesos, incremento de huachicol, entre otros. Con estos resultados, podemos afirmar que, si se transformó, pero ¿es lo que el “pueblo” esperaba?