lunes, septiembre 16, 2024

Un mundo de locos

Hay muchas cosas que últimamente me tienen completamente desconcertado. Voy a empezar por la candidatura de Joe Biden, un anciano sin las condiciones físicas, mentales y emocionales para competir en una campaña extraordinariamente difícil como lo será esta. Donald Trump parecía disfrutar cada día como un paseo sin mayor contratiempo, lo único que tenía que cuidar era su boca, que por cierto no es poca cosa.

Llega a ser evidente la incapacidad del candidato demócrata y se ve orillado a renunciar y en una estrategia de un par de días colocar a su vicepresidenta Kamala Harris. Por unos días Kamala como candidata parece competitiva ante Trump, ahora se puede pronosticar una muy poco probable victoria demócrata en EEUU el próximo noviembre. Todo parece indicar que Trump será el próximo presidente.

En Venezuela se llevan a cabo unas elecciones totalmente fraudulentas, donde a pesar del gigantesco fraude, este no es suficiente para lograr que Nicolás Maduro se proclame como ganador mínimamente creíble. Las más importantes democracias del mundo se definen en apoyo a María Corina Machado que encabeza una oposición al chavismo. Tan solo unas cuantas dictaduras y gobiernos trasnochados de la izquierda latinoamericana buscan los asideros cada día más calientes para mantener el apoyo al régimen chavista.

Mientras tanto, en Cuba el descontento de la sociedad es ya de cotas mayores. No hay forma de vivir en una isla con constantes apagones, falta de alimentos y la más absoluta miseria de un pueblo harto de sus autoridades revolucionarias que les exigen “patria o muerte” y los cubanos ya cansados solo quieren patria y vida.

Unos juegos olímpicos con boxeadoras en la polémica por su género, una inauguración progresista y provocadora que a muchos gustó y a otros les pareció indigna de un país con un legado cultural tan importante como Francia, donde el pretexto de inclusión y tolerancia se grita desde la exclusión y la intolerancia.

Una Guerra en la Europa Oriental donde el invasor se ve sorprendido y Ucrania se adentra en territorio ruso por varios kilómetros con un Putin incapaz de responder por falta de tropas suficientes. Los jóvenes rusos no encuentran la motivación de irse a una guerra que no les gusta, no les parece justa y no quieren pelear.

En medio oriente, Israel mata a dos de los principales dirigentes de Hamas, uno en pleno centro de Teherán demostrando que es capaz de realizar un ataque en Irán. La guerra entre Israel y Hamas ya es una victoria absoluta donde las mayores pérdidas las pagaron los palestinos de la franja de Gaza que se vieron en medio de unos líderes incompetentes que los llevaron a una guerra que iban a perder y un Israel que en la venganza encuentra la motivación nacional de su supervivencia.

En México, el más importante narcotraficante del mundo y el hijo del más famoso, se entregan o son entregados en El Paso, Texas. Colocando a las autoridades mexicanas en la posición política más incómoda posible. No saben qué demonios pasó ni qué motivaciones tienen estos delincuentes en Estados Unidos. De momento ya descolocaron al gobernador de Sinaloa y al presidente López Obrador.

Londres y el Reino Unido se encuentran en una serie de protestas antiinmigración muy violentas ocasionadas por la muerte de unas niñas en manos de un joven musulman. Europa cambia, las puertas abiertas empiezan a cuestionarse y las sociedades poco a poco se suman a discursos nacionalistas.

El mundo es complejo, la principal economía y potencia militar del mundo se encuentra polarizada y en un proceso electoral muy difícil que pondrá a prueba sus estructuras electorales y su andamiaje democrático. Definir entre Kamala y Trump es mucho más que solo hablar de Demócratas y Republicanos, se trata de un giro a una izquierda progresista o un nacionalismo del “Make America Great Again”.

Este es el panorama del mundo, no es alentador ni es sencillo encontrar esperanza, pero es lo que hay.

No se trata de líderes déspotas carismáticos que llevan al mundo a la perdición. Ellos solo son el resultado de sus sociedades. Es un mundo que cambia de forma acelerada en muchos sentidos, desde la tecnología, fuentes energéticas, demografía y migración, economía y equilibrios políticos mundiales.

El mundo no está loco, solo está cambiando. En unas décadas mucho de lo que hoy nos parece normal e inamovible será nada y completamente olvidado.

Jorge Flores Martínez

jorgeflores1mx@hotmail.com

X: @jorgeflores1mx   

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