La educación es un campo amplio y dinámico, abundante en teorías, enfoques y modelos que han evolucionado con el tiempo. Desde el constructivismo hasta el enfoque STEAM, pasando por el conductismo, humanismo, conectivismo y construccionismo (este pudiera confundirse con el primero), cada uno estableciendo su huella en la forma en que abordamos los procesos de enseñanza y aprendizaje.
En la década de los 90´s del siglo XX, surgió por primera vez el término STEM en Estados Unidos acuñado por la National Science Foundation. Este acrónimo, formado por las iniciales de las palabras en inglés Science, Technology, Engineering and Maths, emergió como respuesta a necesidades para contar con un perfil de conocimiento y preparación relacionado con los avances tecnológicos, proponiendo un espectro de innovación e integración que anticipaba los cambios que propondría el inicio de un nuevo siglo.
En el 2006, la investigadora Georgette Yakman añadió al concepto la educación Artística, dando origen a lo que hoy se conoce como STEAM. Esta incorporación dotó al enfoque de un mayor peso creativo, agregando valor con aspectos como la innovación, el diseño, el desarrollo de la curiosidad y la imaginación, así como la búsqueda de soluciones diversas a un problema único. La educación STEAM se fundamenta en el aprendizaje interactivo y constructivista, en el trabajo colaborativo, el desarrollo de proyectos e integra el aprendizaje y enseñanza de las cinco disciplinas en lugar de áreas de conocimiento separadas, con un enfoque interdisciplinario.
Actualmente, el enfoque educativo STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) se ha popularizado en muchos países y se aplica en distintos niveles. Este, no sólo se centra únicamente en la adquisición de conocimientos, sino también en el desarrollo de habilidades esenciales para el siglo XXI, como la resolución de problemas, el pensamiento crítico, la creatividad y la colaboración.
El enfoque STEAM forma personas con pensamiento interdisciplinario y habilidades prácticas, capaces de aplicar conocimientos científicos y tecnológicos en contextos reales, abordar problemas desde múltiples perspectivas, desarrollar habilidades blandas como la comunicación efectiva, la colaboración y el trabajo en equipo. Estas competencias y habilidades son altamente valoradas en el mercado laboral.
Además, al implementar la educación STEAM como modelo educativo, los países pueden fomentar la innovación, impulsar el crecimiento económico, promover la inclusión y la equidad, y desarrollar una fuerza laboral capaz de enfrentar los desafíos tecnológicos y científicos del futuro. Estados Unidos, Reino Unido y Finlandia son ejemplos destacados de países que han reconocido la importancia de las habilidades técnicas y creativas en un mundo en constante cambio.
Aunque la demanda de profesionales formados en STEAM está en aumento, el número de estudiantes que optan por una formación científico-tecnológica no aumenta al mismo ritmo. Para disminuir esta divergencia, es necesario implementar estrategias que contemplen la infraestructura educativa, la formación docente, el financiamiento y recursos, la colaboración con el sector privado, la innovación curricular, el acceso a tecnología, el impulso de una cultura innovadora en toda la sociedad y a todos los niveles, la alfabetización digital y espacios de innovación.
En México, la Nueva Escuela Mexicana (NEM), propone un enfoque interdisciplinario para las diferentes asignaturas. Esto permitiendo que los estudiantes aprendan bajo un sistema articulado y adaptando sus necesidades individuales y a situaciones de la vida real. La NEM menciona que atiende todas las dimensiones de los estudiantes: saber ser, hacer, conocer y convivir, impulsa el pensamiento crítico, la habilidad para resolver problemas, el trabajo colaborativo y estimula las habilidades comunicacionales, por tanto.
Bajo esta visión, la NEM propone una educación que se alinea con los principios del enfoque STEAM. Sin embargo, hay que observar si en la práctica el discurso se convierte en realidad. A dos años de implementación y con los resultados generados hasta hoy, aún existen interrogantes como: ¿Se está apropiando e impulsando este enfoque de manera efectiva?, ¿Están los maestros suficientemente capacitados para enseñar bajo esta metodología?, ¿Se están proporcionando los recursos necesarios para que los estudiantes puedan experimentar y aprender en la práctica? Es indispensable reflexionar si la NEM efectivamente está logrando integrar el STEAM de forma que beneficia a todos los estudiantes. También hay que considerar si existen desafíos a superar para alcanzar una educación verdaderamente innovadora e inclusiva.
La educación STEAM es una respuesta integral a las demandas del siglo XXI, proponiendo preparar a los estudiantes para ser no solo consumidores de tecnología, sino también creadores e innovadores capaces de contribuir significativamente al desarrollo de sus países, al bienestar global y enfrentar los desafíos del futuro con creatividad, conocimiento y espíritu emprendedor.
Ideario en Perspectiva
La reciente decisión del Tribunal Electoral sobre la sobrerepresentación en el Congreso ha generado un intenso debate. Las opiniones están divididas según los intereses políticos de cada quién. Lo cierto es que este fallo ha afectado significativamente el espíritu de la pluralidad, pilar fundamental de la democracia.
Esta situación se suma las discusiones sobre una posible reforma judicial. Esto ha desencadenado diversas reacciones con impacto en varios ámbitos importantes para el país. La paridad cambiaria peso-dólar, los flujos de inversión extranjera, las relaciones comerciales con Estados Unidos y Canadá deberían analizarse con seriedad. Es preocupante observar como decisiones aparentemente caprichosas, vengativas e impulsivas han convertido lo que debería ser una transición tersa en un proceso complicado e innecesariamente tenso. La pregunta que surge es si este escenario es un anticipo de lo que nos depara el futuro próximo. Habrá que reflexionar sobre las implicaciones a largo plazo de estas acciones y su impacto en la estabilidad política y económica del país.