Agencias/Sociedad 3.0
Un trágico accidente ocurrió en la ciudad de Lehi, Utah, donde un niño de 8 años perdió la vida tras dispararse accidentalmente con el arma de fuego que su madre guardaba debajo del asiento del coche. El incidente tuvo lugar en el estacionamiento de una gasolinera.
Según informes de la policía, el niño estaba solo en el vehículo mientras su madre se encontraba dentro de la tienda de la gasolinera. Un testigo relató que la mujer salió corriendo del establecimiento gritando: “¡Se disparó, se disparó!” El menor encontró el arma y, al manipularla, se disparó en la cabeza de manera involuntaria.
El niño fue trasladado de urgencia en helicóptero al Hospital Infantil Primario de Salt Lake, donde lamentablemente falleció horas después. La policía de Lehi ha catalogado el disparo como «involuntario y autoinfligido».
Este trágico suceso resalta la importancia de la seguridad en el manejo y almacenamiento de armas de fuego, especialmente en hogares con niños. Según la organización Gun Violence Archive, en lo que va del año, 166 niños menores de 11 años han fallecido en Estados Unidos debido a incidentes con armas de fuego.