jueves, noviembre 21, 2024

La jibarización del PRI

Serpientes y Escaleras

Como en las antiguas culturas amazónicas, que reducían intencionalmente las cabezas de sus enemigos como un ritual de victoria, el viejo partido ha entrado en un proceso de jibarización, en el que empieza a achicarse y a reducir su peso y su tamaño político para borrar los últimos vestigios de lo que fue el otrora partido todopoderoso que gobernó por siete décadas y media a este país, para convertirse ahora en un nuevo partido satélite del régimen de la 4T y en una franquicia política que, como el Verde o el PT, apuesta a ser un redituable y jugoso negocio político.

El extraño y polémico fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que decidió, con su mayoría de tres magistrados, legitimar la reelección de Alejandro Moreno Cárdenas y desechar los argumentos con los que el INE había declarado ilegal y violatoria de los estatutos internos la reforma reeleccionista y la atropellada Asamblea Nacional en la que fue aprobada, terminó siendo más que un «regalazo» político para el dirigente nacional del PRI; también fue un revés mortal e inatacable para la disidencia priista que, entre sospechas de «arreglos y negociaciones» entre Morena, Moreno y los magistrados electorales, se quedan sin opción para seguir militando en su partido.

No es casual que liderazgos como el de Manlio Fabio Beltrones, el senador que ya había sido expulsado de la bancada priista, anuncien que a partir de la «interpretación torcida de la legalidad» que tomó el Tribunal Electoral, se retiran de la militancia activa en su partido y toman distancia de su dirigencia nacional y de la nueva ideología reeleccionista del PRI. «Hoy el PRI queda a la deriva y carece de futuro y congruencia… lo deja en la tentación del secuestro y queda expuesto a un mayor deterioro por el manejo exclusivo de una persona y de sus intereses personalísimos. Debido a ello he tomado la decisión de separarme de los trabajos y deslindarme de las acciones de la dirigencia del partido», dijo ayer el senador Beltrones.

Lo mismo anunció Dulce María Sauri, igual que Beltrones exdirigente nacional priista, que se declaró «en hibernación» en cuanto a su militancia partidista, aunque dijo que seguirá haciendo política desde otras trincheras. Y serán muchos más los priistas que, como en mazorca, comiencen a desgranarse y a tomar distancia del PRI de «Alito» Moreno, que de esa manera logra también su cometido de sacudirse a todos aquellos que no estén de acuerdo con su nueva política para el priismo, que consiste básicamente en renunciar a volver a ser el partido de masas que algún día fue, para convertirse en un modelo de negocio político usufructuado, en sus aún millonarias participaciones federales y en los acuerdos y arreglos que se puedan hacer con el gobierno de Claudia Sheinbaum, por Moreno y su selecto grupo político.

Es decir que, contra la tantas veces pronosticada muerte del PRI, al que sus críticos y detractores ya habían declarado muerto en el año 2000 cuando perdieron por primera vez la Presidencia de la República y al que después de 2018 López Obrador se encargó de desangrar y transfundir a Morena a las bases, estructuras clientelares y hasta los más dudosos liderazgos y políticos del viejo PRI y también muchos lo vuelven a desahuciar y a declarar su muerte anticipada, la realidad es que el PRI, después de haberse «morenizado», terminará «transformándose» y renunciará a cualquier posibilidad de recuperar sus viejas glorias, su ideología o las causas ciudadanas, a cambio de constituirse ahora en una franquicia política con dueños y con objetivos claramente mercantiles en la política nacional.

Podría decirse, como colofón a todo este proceso de jibarización del viejo partido, que la estrategia de «Alito» finalmente cobró frutos, aunque podridos. El PRI se encuentra en un grave deterioro interno y externo. Es muy posible que pierda su registro salvo que como ya anunció «Alito», Morena le permita ser un satélite más en la toma de decisiones del país. Claro que la raja política que sacará Moreno en cada negociación le saldrá muy cara a Claudia Sheinbaum y a los gobernadores morenistas cuando le abran la puerta para hacer alianzas con el PRI… Los dados mandan Escalera Doble. Se viene densa la semana.

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