Por Edgar Hernández*
En el ocaso de un régimen corrupto que jamás se ocupó en atender carreteras, puentes, caminos vecinales y rurales, avenidas o calles que hicieron de Veracruz un bache, ahora la inteligencia artificial de la 4T nos receta la peregrina idea de un “Bachetón” para tapar 2 mil 545 kilómetros de hoyos.
Hace unos días se dio a conocer este programa para poner fin a la tan arraigada tradición del bache en Veracruz en ocho circuitos de la red federal de carreteras libres de peaje.
Todo se hará en un santiamén atentando contra nuestro patrimonio de baches que a lo largo de añisimos aprendimos a respetarlos y quererlos al convertirse en toda una tradición.
¿Quién no tiene un bache fuera de su casa? ¿Quién no rinde respeto al hoyo que identifica la calle de su centro de trabajo? ¿Quién no ha echado novio al pie de un buen hoyanco? ¿Qué automóvil o camión no guarda la huella que le dejó el bache en su rodar?
Pero eso se acabará.
¡Hubieran al menos hecho una consulta ciudadana!
El punto es que “Bachetón” es un programa en marcha -noviembre 2024 a marzo de 2025- bajo la coordinación de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, una secretaría caracterizada por ser la más corrupta de la administración saliente.
Mal hace el gobierno de la esperanza en comprometerse en una cruzada de tal magnitud a sabiendas que Veracruz no necesita un programa de bacheo, sino la reconstrucción total de caminos y carreteras hoy tan intransitables como peligrosas.
Alguien malinformó al nuevo gobierno que habrá de encabezar Rocío Nahle que con el “Bachetón” -vaya talento con el nombrecito- se resolvería la problemática de siete mil kilómetros de carreteras dañadas.
Que se acabaría con esa herencia, con ese patrimonio tan arraigado entre millones de veracruzanos que hemos vivido y aprendido a amar un respetar los baches.
Pero bueno, así son de listos los del segundo piso de la transformación, una transformación sin baches.
La realidad, sin embargo, apunta de un modo diferente.
No hay que ir tan lejos para saber que hay tramos en la sierra que por años prácticamente han tenido incomunicadas a comunidades indígenas y apartadas de todo desarrollo.
La autopista Orizaba Puebla, aunque es obra federal, se derrumbó en un tramo equivalente a 60 albercas olímpicas y ya se anunció que no será reabierta por lo que la Xalapa-Puebla es el nuevo corredor en donde tardas de 5 a 7 horas de viaje.
Y sí, se reanudó la circulación en ambos sentidos de la carretera Poza Rica-Veracruz, en el tramo Nautla-Cardel, donde se averió el puente nuevo, pero ¿qué cree? lo rehabilitaron con vigas de madera que impiden un paso fluido o de carga pesada.
¿10 horas para ir a Poza Rica? ¿Cuatro horas para ir de la capital a Cardel? ¿12 horas para ir a Coatzacoalcos desde Xalapa?
Y permanentemente “de manera precautoria” se acude al cierre de la navegación en Veracruz, Tuxpan, Coatzacoalcos, Alvarado, Tecolutla, Nautla, Tamiahua, Cazones, Tonalá, Balzapote y Tlacotalpan.
¿Ahí se necesita un “Aguatón?
Con los chairos la ficción se hizo realidad.
En abono al fin del legado del bache por estos días escuchamos un ridículo spot donde se tararea que Veracruz no merece tener carreteras en mal estado y que por ello se van a exterminar los baches.
Tronante el grito amanerado de Cuitláhuac García de ¡Cumplimos! aplaudiendo el “Bachetón” cuando en los hechos, en el rubro de infraestructura carretera el 98% de los contratos se hicieron a la palabra, sin licitación alguna y sin prueba real de su existencia.
La obra carretera fue de papel en infinidad de casos.
No así la escenográfica que mostraba nuestros caminos mejores que los de Dinamarca, inaugurados por el insulso gobernador de manera repetida.
Sin embargo, nunca acusó recibo.
En realidad, a Cuitláhuac le puedes decir cualquier cosa; que es un tonto o corrupto, frintaguero, con un singular gusto por el “machete”, abusivo y discriminador con las mujeres y el peor de los 32 gobernador y no pasa nada porque como dicen los clásicos “ni los ve ni los oye”.
Pero regresando .
Hoy el “Bachetón” que se lleva el aplauso de la presidenta Sheiumbaun se despliega por los 212 municipios a todo vapor -aunque no se ven las cuadrillas por ningún lado-, se insiste en que se está trabajando para resolver tan grave problema cuando en los hechos no es así y todo no es más que puro rollo.
Las calles seguirán siendo una calamidad. Los caminos rurales no dejerán de ser intransitables por tanto bache y las autopistas de cuota un asco.
Hoy los dueños de las carreteras son el crimen organizado y las patrullas de atracadores de la Guardia Nacional.
El “Bachetón” es una ocurrencia en donde las plastas de maquillaje son mayores que las de asfalto.
Pero… ¡Cumplimos!
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo