Salvador Muñoz
Los Políticos
Para los morenos, la carrera 2025 por las presidencias municipales, hay tres rutas: Consenso, Encuesta o “Dedignación”.
A los morenos de todos los municipios les queda en claro algo: la carrera 2025 por la candidatura de alguno de los 212 municipios apenas empieza y de aquí a febrero, entra la antítesis de la Víbora de la Mar: “Los de atrás corren mucho y los adelante se quedarán… tras, tras, tras!”
Y no se trata de estar a favor de uno o de una, en contra de otro u otra… es una lógica simple, llana que quien empezó esta carrera antes, sufre un desgaste natural, propio de la exposición…
Un ejemplo de ello lo dan en el Puerto algunos morenos donde la disputa por la candidatura a la Presidencia Municipal está más que tensa cuando hay más de un queriente, aspirante, suspirante…
Está la diputada federal Rosa María Hernández Espejo; siguen citando a la legisladora local Bertha “La Gorda” Ahued; agregue a Anilú Ingram Vallines… y hablamos sólo de mujeres.
En el caso de los varones hay tres tiradores: Ricardo Exsome, suplente del senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara; el diputado local, Pepín Ruiz Carmona; y la sorpresa que se está moviendo en las encuestas internas ¿de Morena? ¿del PAN?: Miguel Ángel Yunes Márquez.
Además de las tres rutas seguras que tienen los morenos, en este caso los porteños (Consenso, Encuesta o “Dedignación”), hay otra que implica de manera tácita un banderazo o luz verde: el que nadie (entiendo este “Nadie” como la GoberNahle) les ha dicho que no caminen, que no se muevan, que no hagan territorio lo que de un modo u otro, dicen los morenos porteños, nadie tiene seguro nada.
Aquí el asunto no es sólo quién de estos seis que salen en las encuestas traga más pinole, sino que esto es de resistencia… y de exposiciones.
Para ninguno de los contendientes les resulta extraño que al menos hace dos meses, las preferencias estaban a favor de Rosa María Hernández Espejo.
El asunto son los datos que en octubre y noviembre ya tiene en sus manos la GoberNahle y no debe sorprender que hasta ella misma se haya quedado con los ojos abiertos con la forma en que se han ido moviendo los suspirantes.
Quizás por eso el interés de ubicar a La Gorda Ahued en Boca del Río en aras de evitarle un desgaste innecesario cuando, de acuerdo a lo que se nos informa, Anilú Ingram está a nada de rebasar a Rosa María Hernández Espejo. Se entiende si es así, es posible que la diputada federal esté llegando a su techo, si entendemos esto en la lógica del desgaste político por la exposición… aunque también habría que ver el escenario de cuadros: tanto a Rosa María como a Ricardo Exsome los identifican con Manuel Huerta, quien no deja de ser hasta el momento, una molestia para el Cuitlahuismo bajo el riesgo de convertirse en otra para el Nahlismo.
En el caso de los varones, no hay nada extraordinario. Pepín sigue a la cabeza no sólo entre ellos, sino también entre ellas. La sorpresa es la figura de Miguel Ángel Yunes Márquez, quien si bien no se acerca a los números del legislador local, está muy cerca de Rosa María Hernández Espejo y sin hacer ruido. Ojo. Esto entre los sectores ajenos a Morena. Por supuesto que entre los guinda, está muy abajo, pero entre la gente, muy bien posicionado.
Estamos a nada de entrar a diciembre. Tres meses de carrera… tres meses para que si se lleva a Consenso la elección de candidato o candidata a la presidencia municipal del Puerto, se escoja al más o la más fuerte; digo, sería error seleccionar al menos posicionado o posicionada…
Ahora que si se lleva por Encuesta, les decía que esto es de resistencia… los números de Pepín son muy altos; Rosa María se mantiene en segundo pero amenazada muy de cerca por Anilú y hasta por Miguel Ángel Yunes Márquez… de los otros, ni hablar… uno, por su estrecha relación con Manuel Huerta; la otra, muy cuidada tanto para irla posicionando en Boca…
La “Dedignación” dejaría mal parada a las fuerzas de Morena y lejos de unificar, dividiría más de lo que uno supone. Y el escenario sería ideal para los Yunes, ni siquiera para el PAN…
El Puerto sin duda, será un laboratorio interesante para ver de qué está hecho Morena y por supuesto, la primera gran prueba de fuego para Nahle, quien si de verdad quiere arrebatar esta joya no al PAN, sino a los Yunes, tendrá que apostar por la mejor carta por encima de sus afectos… ¿y hasta de su género?