La Guerra de las Galaxias marcó mi infancia y fue, más que muchas otras cosas, mi referencia entre el bien y el mal. Era claro que el bien era luminoso, bien intencionado y siempre deseable; el mal, era lo contrario, oscuro, malvado y cruel.
En la primera película, que corresponde al cuarto episodio, el bien derrota claramente al mal, explota su terrible Estrella de la Muerte y el malvado Darth Vader tiene que huir despavorido. Todo era festejo, los buenos ganaron.
Pero como todo en la vida, en el siguiente capítulo los malvados contraatacan con una contundencia absoluta y prácticamente dejan a los buenos con lo que traían puesto, se trató del contraataque del Imperio. Ahí vemos que el héroe de la saga resultó ser hijo del malvado Darth Vader. El mal y el bien se desdibujan, ya no es tan claro que es una cosa y que es la otra.
Pero con el éxito de las películas viene la tercera entrega que corresponde al sexto episodio, El Regreso del Jedi. El héroe va por su papá, encuentra que el bien todavía persiste en él. Los límites del bien y del mal se desdibujan aún más y el atractivo del Imperio es mucho más interesante que los pobres rebeldes siempre en las últimas.
Lo anterior viene al cuento porque esto es justamente lo que estamos viviendo, lo que antes era malo e inaceptable, ahora es pasable y en poco tiempo, será deseable. Los mexicanos nos deshicimos del PRI después de muchos años de luchas y tomas y dacas. Festejamos el final del PRI cuando perdió el poder en el 2000 con Vicente Fox y menos de 20 años después llega algo que no es el PRI, pero se le parece mucho, es el Regreso del Jedi. Los que eran buenos, ahora son malos y los que eran malos, ahora son los buenos.
Yo lo entiendo como un fenómeno social, de alguna forma es lo que la sociedad quiere y desea, es después de todo, el mismo imperio formado por los mismos que alguna vez fueron Jedis.
Lo mismo sucede con Trump, ahora es aclamado por los norteamericanos como el redentor de las glorias pasadas de su país, es, digan lo que digan, el Imperio Contraataca. Al final del día, lo que era bueno ya es malo y lo malo de antes es lo bueno de ahora.
Solo para aclarar, en uno de los episodios se expone cómo termina la República y da inicio al Imperio, dice la princesa que es con un estruendoso aplauso en un Congreso Galáctico extasiado de acabar con lo que había.
Ahora estamos en lo mismo, no es que lo que había antes sea malo y lo que llega sea bueno, es tan solo el péndulo histórico de la humanidad. No podemos olvidar que la democracia en la historia es una anomalía, no la normalidad y en nuestro país, la democracia solo son cortos episodios de unos pocos años esparcidos en los poco más de doscientos años del México independiente.
Así que leves, no va a pasar nada que no haya pasado antes. El mundo está en un proceso de cambio formidable y es un privilegio ser testigo de estos tiempos. Roma no se construyó en un día y tampoco terminó en otro.
Es un mundo donde regresa Trump y en México tenemos una presidenta de origen judío.
El Imperio Contraataca y el Regreso del Jedi.
Jorge Flores Martínez
X:@jorgeflores1mx