Después de una larga y muy intensa existencia el Partido Revolucionario Institucional padece ya los síntomas asociados a la vejez, un organismo cansado cuya sintomatología es producto de los excesos de una vida de triunfos en cuyos festejos se llegaba a los extremos. Por esa pesada cauda de excesos su organismo se debilitó y fue fácil presa de los virus, traducido en vivencias humanas podemos afirmar que ya no tenía fuerzas para impedir la toxicidad de un Alejandro Moreno, quien aprovechándose de sus debilidades atacó su cerebro para desde allí comenzar a carcomerlo. Las defensas orgánicas sucumbieron ante el embate combinado de virus y bacterias arribadas a su dirigencia para chupar lo poco que quedaba de su afortunado paso por la vida política de este país. Ese conjunto de patologías ha originado un permanente sangrado interno que poco a poco lo conducen al PRI a su ocaso sin retorno.
Si el sangrado del PRD fue súbito y fulminante por el éxodo de sus mejores cuadros hacia MORENA y finalmente sucumbió, la hemorragia priista ha sido paulatina pues se trataba de un organismo capaz de resistir mayores embestidas. Por ese proceso, ya por presiones gubernamentales en base a la gran cola que portan, ya porque ejercitan el chapulineo político, el PRI ha venido perdiendo importantes cuadros políticos de militancia elitista y en las entidades federativas. Durante la semana anterior Enrique de la Madrid, hijo del expresidente Miguel de la Madrid y connotado servidor público del establishment, anunció su renuncia al PRI para buscar, dijo, nuevos espacios donde aportar su experiencia; igualmente, en el estado de México, Ana Lilia Herrera renunció a la dirigencia del PRI estatal, dos más de las decenas de figuras priistas que dejan sus filas en tiempos del inefable Alejandro Moreno en cuyo informe de resultados la enumeración en números rojos forma grueso expediente de fracasos. Es Alejandro Moreno el cáncer de elevada toxicidad la causa de ese sangrado, y ya no se duda que la metástasis se ha apoderado del PRI. ¿En qué condiciones llegará este partido a la elección intermedia en 2027? Aunque permea la duda sobre si llegará para participar con solvencia, de cualquier manera es lamentable que esa gran organización político-electoral del régimen político mexicano durante el siglo XX tenga un final tan deplorable.