Agencias/Sociedad 3.0
En su discurso de investidura, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó una serie de propuestas políticas que buscan marcar el inicio de lo que él llamó una «nueva era dorada» para su nación. Entre sus declaraciones más impactantes, destacó su intención de renombrar el Golfo de México a «Golfo de América», una medida que ya está siendo considerada por la facción más conservadora del Congreso de Estados Unidos.
“Dentro de poco, vamos a cambiar el nombre del Golfo de México a ‘Golfo de América’”, afirmó Trump, quien destacó la importancia de devolver a Estados Unidos el lugar que considera le corresponde como la nación más grande, poderosa y respetada del mundo. Esta propuesta, de corte fuertemente nacionalista, busca consolidar la imagen de Estados Unidos como un país dominante en el escenario global.
El mandatario también reiteró su promesa de “retomar” el control del Canal de Panamá, acusando a China de operar el canal, una acusación que considera una violación de los acuerdos originales. Trump subrayó que, a pesar de que el canal fue entregado a Panamá, China ha asumido el control, lo que, según él, ha resultado en tarifas excesivas para los barcos estadounidenses. “La promesa de Panamá se ha roto. El propósito de nuestro acuerdo y el espíritu de nuestro tratado ha sido totalmente violado”, aseveró el presidente.
Trump continuó afirmando que Estados Unidos ha sido tratado injustamente y prometió recuperar el control del canal, añadiendo que el trato recibido por su país ha sido un «imprudente regalo» que nunca debió haberse entregado. La retórica nacionalista de Trump subraya su intención de restaurar la posición de su nación en el mundo, declarando que “Estados Unidos reclamará el lugar que se merece como el más grande y más poderoso de la Tierra”.
Estas declaraciones han generado un amplio debate tanto en el ámbito político como internacional, especialmente en relación con la relación de Estados Unidos con Panamá, China y otros países involucrados en el comercio global. Las propuestas de Trump siguen siendo un tema candente en el Congreso, donde ya se discute la posibilidad de llevar a cabo la renombración del Golfo de México.