lunes, enero 27, 2025

El Rostro del empleo en Veracruz

Expresión Ciudadana
Carlos A. Luna Escudero

En Veracruz, como en muchos otros lugares de México, el empleo sigue siendo un tema crucial. Si bien Veracruz tiene una riqueza histórica y cultural que envidian muchos, en lo que respecta al empleo, la falta de oportunidades sigue siendo uno de los mayores obstáculos que debemos superar para un desarrollo económico real y sostenible. A medida que la población sigue creciendo, la necesidad de encontrar soluciones efectivas a este desafío se hace cada vez más urgente.

El empleo no es solo una fuente de ingresos; es la columna vertebral de cualquier sociedad. Decir que el empleo es clave para el desarrollo económico no es una afirmación vacía, es una realidad palpable. El trabajo productivo no solo es la vía que conduce hacia el crecimiento económico, sino que también promueve la inclusión social y la cohesión. En Veracruz, y en muchas otras partes de México, la creación de empleo tiene el poder de transformar vidas, reducir la pobreza y abrir puertas a nuevas oportunidades. Sin embargo, lo que se necesita no es cualquier tipo de empleo, sino empleos de calidad que ofrezcan condiciones dignas de trabajo y posibilidades de crecimiento para quienes los ocupan.

En un mundo que avanza hacia la innovación, la tecnología y el cambio constante, el empleo parece ser la clave para una vida digna, estable y en constante crecimiento. El empleo no solo es una fuente de ingresos, sino una puerta abierta a nuevas oportunidades, un camino hacia el progreso social y económico. Sin embargo, en Veracruz, la realidad del mercado laboral es otra. La pregunta es inevitable: ¿qué está pasando con el empleo en nuestro estado y cómo puede cambiar esta situación?

La reciente publicación del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), referente a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo correspondiente al tercer trimestre de 2024, pone en evidencia las dificultades que enfrentan miles de veracruzanos; el panorama sigue siendo preocupante. La informalidad, la subocupación y la escasa creación de empleos formales se combinan para ofrecer una imagen complicada de la situación laboral en el estado.

El INEGI informa que la población ocupada ha decrecido, y que la subocupación ha aumentado considerablemente. De 243,049 personas en 2023 a 324,368 en 2024, un incremento del 33%. Este dato revela que un número significativo de trabajadores veracruzanos se ven obligados a aceptar empleos que no cumplen con sus expectativas ni necesidades económicas, lo que lleva a una precarización laboral generalizada. Es importante destacar que la tasa de desocupación también ha mostrado un leve aumento, pasando del 2.0% al 2.4% en el mismo periodo.

Esto puede parecer un porcentaje moderado, pero refleja la creciente dificultad de los veracruzanos para encontrar trabajo. En solo un año, la cifra de desempleados creció en 19,479 personas, un indicio claro de que el mercado laboral de Veracruz no está generando empleos de calidad.

La situación se agrava cuando se observa la pérdida de empleos en sectores clave de la economía veracruzana. La industria extractiva, la electricidad, y el transporte y almacenamiento han sufrido recortes importantes, afectando directamente el desarrollo económico del estado.

La desaparición de más de 45,000 puestos de trabajo en establecimientos medianos también refleja las dificultades económicas de la región, que enfrenta la falta de expansión y crecimiento en el ámbito empresarial.

Quizá lo más alarmante de este informe es el retroceso del empleo formal, ese tipo de trabajo que garantiza derechos fundamentales como la seguridad social, las pensiones y los servicios médicos. La ocupación en el sector formal ha caído un 3.5%, lo que representa la pérdida de más de 81,000 puestos de trabajo con todas las prestaciones. En contraste, el empleo informal ha crecido significativamente, con 209,000 personas más que se sumaron a las filas de los trabajadores que carecen de derechos laborales. Este fenómeno refleja la debilidad estructural del mercado laboral de Veracruz y subraya la necesidad urgente de políticas públicas que promuevan empleos dignos y formales.

En el periodo de enero a octubre de 2024, Veracruz solo generó 2,247 empleos formales, una cifra que está muy lejos de la meta de 56,000 plazas que se habían establecido. Este hecho pone en evidencia la falta de una estrategia eficaz para incentivar la creación de empleos de calidad en la entidad. Por lo anterior es un verdadero disparate decir que este año en Veracruz se generaran más de 90 mil empleos, como se afirmo recientemente por parte de las autoridades estatales.

Y es que para generar empleo de calidad, es crucial que la región no solo dependa de iniciativas locales, sino que también se aprovechen las oportunidades de inversión extranjera. Veracruz tiene un potencial impresionante en términos de recursos naturales, su ubicación estratégica y su infraestructura portuaria, pero estos activos deben ir acompañados de políticas que fomenten la creación de empleos sustentables.

Es necesario fomentar la inversión extranjera, sin olvidar los esfuerzos en la producción que debe ser una prioridad. Esto, combinado con la capacitación laboral, podría transformar el panorama del empleo en Veracruz. La capacitación no solo implica mejorar las habilidades técnicas de los trabajadores, sino también prepararlos para los empleos del futuro, aquellos que surgirán de la automatización, la inteligencia artificial y la digitalización.

Las PyMEs, esas pequeñas y medianas empresas que forman el corazón del tejido económico de Veracruz, tienen el potencial de ser una fuente inagotable de empleos. A pesar de los retos que enfrentan, como la vulnerabilidad económica y la falta de acceso a crédito, las PyMEs representan una de las mejores apuestas para enfrentar el desempleo. Las microempresas veracruzanas, que a menudo solo cuentan con el emprendedor como único empleado, tienen una oportunidad dorada de crecer, diversificarse y abrir espacio para que más personas puedan formar parte de su éxito.

Es fundamental que el gobierno y las instituciones locales ofrezcan incentivos y apoyo a las PyMEs, como asesoría en marketing, acceso a créditos blandos y políticas fiscales que les permitan prosperar. El emprendimiento en Veracruz debe ser visto como una herramienta poderosa para generar empleo, pero también debe ser apoyado con las condiciones necesarias para su crecimiento y sostenibilidad.

Aunque no es suficiente con promover la capacitación o el emprendimiento. La infraestructura y la obra pública también son actores clave en la creación de empleo. En Veracruz, proyectos de infraestructura como la modernización de puertos, la construcción de carreteras y la implementación de nuevos parques industriales, son catalizadores de empleos directos e indirectos. Cada obra pública que se lleva a cabo tiene un impacto positivo en la economía local y regional, proporcionando trabajo a miles de veracruzanos. Sin embargo, estos proyectos deben ir acompañados de una planificación estratégica que contemple las necesidades locales y fomente el empleo en sectores que verdaderamente se alineen con el desarrollo sostenible de la región.

Aunque las PyMEs son una fuente clave de empleo, no podemos ignorar sus limitaciones. Estas empresas suelen estar en una situación de vulnerabilidad debido a la falta de apoyo financiero, los cambios de política económica y la escasa capacidad para competir con grandes corporaciones. Sin embargo, es imperativo no perder de vista que, con los recursos adecuados, las PyMEs pueden crecer, generar empleo y contribuir significativamente al Producto Interno Bruto de Veracruz.

El empleo no es solo una cuestión de números; es una cuestión de dignidad humana. Es necesario que en Veracruz, tanto el gobierno como el sector empresarial y la sociedad civil, trabajen juntos para crear un entorno donde todos tengan acceso a un trabajo formal y bien remunerado. La inversión en educación, en capacitación y en la promoción de las PyMEs y el emprendimiento es clave para garantizar que cada veracruzano tenga las herramientas necesarias para enfrentar los retos del siglo XXI.

La creación de empleo debe ser un esfuerzo continuo, estratégico y colaborativo, donde todos, desde el sector público hasta el privado, desde los emprendedores hasta los trabajadores, se unan para generar las oportunidades que Veracruz necesita. No podemos darnos el lujo de seguir esperando a que las soluciones lleguen de afuera.

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