miércoles, enero 8, 2025

Preparar para el futuro: El desafío de la educación superior en México

En este inicio de año, cuando muchos estudiantes regresan a las aulas para continuar su formación académica, me parece oportuno reflexionar sobre algunos desafíos actuales del sistema educativo en México y las implicaciones para nuestro desarrollo económico y social.

Es indudable que la educación es la piedra angular para el desarrollo de cualquier país. Proporciona a las personas las habilidades y conocimientos necesarios para participar en la economía, fomenta el pensamiento crítico, la innovación, la cohesión y movilidad social. Es una inversión esencial para el futuro de cualquier nación.

Esta importancia de la educación se refleja claramente en la estructura económica de México. Los principales sectores que contribuyen al PIB de México son: el Sector Terciario, que representa el 59%, incluye actividades como comercio, restaurantes y servicios de alojamiento, transportes y logística, comunicaciones, servicios profesionales y sociales; el Sector Secundario, que aporta el 32%, incluyendo la industria extractiva, electricidad, manufactura y construcción; y el Sector Primario que contribuye un 3.3%, abarcando actividades como agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca.

Esta estructura económica influye directamente en las demandas del mercado laboral y, por ende, debería hacerlo en las decisiones educativas de los jóvenes mexicanos. El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) presentó el año pasado (2024) la décima edición de Compara Carreras, una plataforma que analiza los costos y beneficios económicos de las diferentes licenciaturas y programas técnicos. En este estudio, el IMCO analizó las tendencias de carreras a nivel estatal y las principales demandas del mercado laboral, proporcionando información valiosa sobre cómo alinear la educación con las necesidades económicas actuales del país.

No obstante, estos esfuerzos por orientar a los estudiantes, el panorama actual de la educación superior en México sigue siendo preocupante. Según el estudio del IMCO, en México, a pesar de que en promedio las personas con una licenciatura ganan 81% más que los egresados de bachillerato y tienen el doble de probabilidad de emplearse en la formalidad, nuestro país pierde una gran proporción de los jóvenes en el camino a la educación superior. De cada 100 niños entre 5 y 6 años, 27 terminan una licenciatura y solo uno concluye una carrera técnica, colocando a México en el último lugar entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en cuanto al porcentaje de jóvenes inscritos en educación superior.

Esta brecha entre la realidad económica y la formación académica se refleja claramente en las elecciones de carrera de los estudiantes mexicanos. Actualmente, la formación en las habilidades más demandadas por el mercado laboral está relacionadas con la tecnología. Mientras el mundo transita hacia la era digital, nuestra educación superior parece estar quedando rezagada. El mercado laboral ha evolucionado, pero las decisiones de carrera no lo han hecho. En la última década, las carreras más populares en México, según el número de matrícula, son Administración de empresas, Derecho, Enfermería, Negocios y comercio, Docente de primaria. Las carreras con más egresados son: Administración de empresas, Derecho, Enfermería, Psicología y Negocios y comercio. Es como si estuviéramos preparando a nuestros jóvenes para un mundo que ya no existe.

Esta discrepancia entre la popularidad de las carreras y las necesidades del mercado laboral se traduce en diferencias significativas en los ingresos de los egresados. Las cinco carreras con el ingreso promedio mensual más alto son Medicina de especialidad ($43,601), Economía ($29,764), Medicina general ($26,171), Ingeniería en automatización y electrónica ($25,770) y Ciencias computacionales ($25,684). En contraparte las carreras con el ingreso promedio mensual más bajo son Formación docente para preescolar ($15,820), Orientación educativa ($16,985), Trabajo social ($17,023), Diseño curricular y pedagogía ($17,082) y Formación docente en asignaturas específicas ($17,350).

Estos datos sobre los ingresos de los egresados ​​ponen de relieve la importancia de desarrollar habilidades que sean altamente valoradas por el mercado laboral. Estas habilidades incluyen tanto habilidades técnicas como habilidades blandas, como Tecnologías de Información y Análisis de datos, Ventas y marketing, Atención al cliente / Front office, Operaciones y logística, Administración y soporte en oficina, así como Colaboración y trabajo en equipo, Razonamiento y resolución de problemas, Responsabilidad y credibilidad, Pensamiento crítico y analítico y Resiliencia y adaptabilidad.

La creciente demanda de habilidades específicas en el mercado laboral se refleja en las tendencias tecnológicas previstas para los próximos 5 años. Las empresas están apostando a nuevas tecnologías como: Tecnología de mitigación del cambio climático, Tecnologías de gestión ambiental, Inteligencia artificial, Comercio electrónico y comercio digital, Cifrado y ciberseguridad, Computación en la nube, Internet de las cosas y dispositivos conectados, Análisis de datos masivos, Tecnologías de educación y desarrollo de la fuerza laboral y Plataformas y aplicaciones digitales. Esta evolución tecnológica exhibe los retos que enfrenta la educación superior en México.

La discrepancia entre las habilidades requeridas por el mercado y la formación ofrecida por las universidades se hace patente en la realidad actual. La muestra evidencia que México no está formando el talento necesario como estrategia para la atracción de inversión, por lo que el 75% de las empresas en México tendrán dificultades para encontrar suficiente talento. Mientras el mundo se mueve hacia la automatización y la inteligencia artificial, nuestras universidades siguen ofreciendo programas que no responden a las necesidades actuales del mercado, parecen estar desconectadas de esta realidad.

Esta situación de desajuste entre la educación y las demandas laborales se refleja también en otros niveles del sistema educativo mexicano. La educación en el país se enfrenta a un panorama complejo y preocupante, donde los problemas extendidos a nivel superior se hacen evidente incluso en la educación primaria. Expertos señalan que la desconfianza en la Nueva Escuela Mexicana y la falta de prioridad del gobierno en la educación son factores que han contribuido al aumento de cifras de deserción escolar en las escuelas públicas de primaria. Un informe del periódico El Universal revela una caída de 310,115 alumnos menos en los últimos tres años. De estos, 116,000 migraron a escuelas privadas y 193,791 abandonaron la escuela, lo que podría indicar una tendencia preocupante hacia la exclusión escolar. La matrícula total de primaria en 2023-2024 fue la más baja en siete años, con 13,154,354 alumnos. Los estados con mayor deserción son Yucatán, Veracruz, Guerrero, Hidalgo y Quintana Roo.

Ideario en Perspectiva

A pesar de que en el discurso se exclama “No llego sola, llegamos todas”, la actual administración federal, encabezada por primera vez por una mujer registra, entre enero y noviembre del 2024, 733 mujeres víctimas de feminicidio, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Este dato contrasta con la declaración hecha en el discurso. Según el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), existen indicios de un amplio subregistro de casos, lo que podría duplicar las cifras reportadas.

Estimados lectores, deseo para ustedes un año 2025 pletórico en salud, prosperidad y realización de sus sueños.

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