Programa municipal de empleo para repatriados: una estrategia táctica de desarrollo regional

La migración es uno de los fenómenos sociales más complejos y debatidos en la actualidad; en particular, la repatriación de migrantes desde Estados Unidos (EU) hacia México, pues se enmarca en un momento económicamente delicado, ya que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) coinciden en señalar que nuestro país crecerá cuando más 1.2%, con una deuda que se incrementará a 18.5 billones (millones de millones) de pesos en los primeros meses del 2025 y un costo financiero de 1.3 billones. El hecho de que se pronostique un bajo crecimiento económico nacional, presupone que las entidades federativas tendrán un comportamiento similar, con casos extremos en rezago económico como Veracruz, donde la anterior administración le heredó a la gobernadora Rocío Nahle una economía devastada, con un  crecimiento mediocre de 1% en 6 años, lo que implica para este nuevo gobierno veracruzano un gran reto tanto por el panorama nacional de contracción de la economía, como la tendencia estatal de bajo desarrollo.

Sobre el anuncio de las deportaciones de connacionales, debe señalarse que no es la primera vez que EU anuncia esta decisión; en la década de los ochentas así sucedió, sin embargo el escenario era totalmente diferente; en aquella época el Dr. Jorge Bustamante Fernández, fundador del Colegio de la Frontera Norte (COLEF), experto en migración, escribía para el periódico Excélsior y llamó la atención del Gobierno Federal, pues mantenía un punto devista opuesto al de los asesores de la Presidencia de la República, quienes aconsejaban crear un fondo de miles de millones de pesos para crear programas de empleo, para los miles de migrantes que habrían ser deportados por presiones de integrantes de la Cámara de Senadores de E.U. 

En aquel momento, el Dr. Bustamante afirmaba, con base en sus investigaciones académicas,  que no iba a suceder tal deportación; por el contrario, aconsejó al expresidente Miguel de la Madrid Hurtado (MMH), a través de CSG, que realizara grandes eventos de propaganda política en la Frontera Norte, señalando que los mexicanos que fueran repatriados eran bien venidos a México y que el gobierno aquí les daría empleo, casa, buenos ingresos, seguridad social, educación para sus hijos, créditos para poner sus negocios, entre muchas promesas más. El Dr. Bustamante tuvo razón, pues en aquel entonces el sector agrícola de E.U. dependía de esta fuerza migrante, ya que realizaban una actividad que los norteamericanos no podían llevar a cabo debido a su estatura de talla alta; mientras que la población migrante, que en aquel entonces eran principalmente indígenas y de áreas rurales, muy bajos de estatura, justamente por ello es que podían levantar la cosecha a ras de tierra sin mayor problema o lesiones en la espalda. 

Lamentablemente la realidad de hoy es muy diferente a la de los ochentas del siglo pasado; en principio, en el sector agrícola norteamericano se emplea “tecnología de punta”, con base en lo cual se ha incrementado la productividad del campo y se ha reemplazado en grandes proporciones a la mano de obra tradicional; por otra parte, hoy muchos de los migrantes mexicanos son profesionistas y en general son personas con tallas entre mediana y alta, y solo un porcentaje menor son de origen étnico y estatura baja; de hecho, el mexicano en EU trabaja en muchas áreas de la economía norteamericana; por ello es necesario reflexionar y definir estrategias económicas, sociales, culturales y psicológicas para los mexicanos que posiblemente sean deportados.

La presidente Sheinbaum ha señalado que los gobiernos de los estados fronterizos ya están preparando programas especiales de atención integral y empleo para los posibles repatriados; sin embargo, es claro que se requiere definir estrategias para aquellas regiones y municipios del interior del país, principalmente para aquellas entidades que, como Veracruz ocupa el cuarto lugar de mexicanos radicados en EU, muchos de los cuales podrían ser repatriados.  

Para darse una idea del tamaño del problema, es necesario señalar que de acuerdo con la Dirección de Atención a Migrantes del Gobierno de Veracruz, a inicios del 2023, dieron a conocer que contaban con el registro de 850 mil veracruzanos que estaban viviendo en EU; esto, con base a las remesas que enviaban al estado; sin embargo, con base en nuestras investigaciones académicas hemos estimado que la cantidad de veracruzanos en EU podría rebasar 1 millón, si se considera que varios migrantes no envían remesas a la entidad.

Ahora bien, de acuerdo con estudios del COLEF, la tendencia de los migrantes es sumarse a familiares o conocidos que ya radican en EU, por ello es que, se si se toma como indicador aquellos municipios que registran mayor número de repatriados a la entidad en 2024, se pueden identificar los PUNTOS ROJOS donde podría impactar esta posible deportación masiva de veracruzanos,después del 20 de enero de este 2025. Es importante destacar que todos los nodos urbanos principales de las 8 metrópolis de la entidad están expulsando ciudadanos; entre ellas destacan: Veracruz con 685, Xalapa con 468 y Córdoba con 325; pero incluso también Orizaba con 283, Minatitlán con 256, Poza Rica con 178, Coatzacoalcos con 176 y Acayucancon 117.

Con esta información de repatriados se apuntala la afirmación que he realizado en este espacio, acerca de que las Zonas Metropolitanas (ZM) de Veracruz están llegando a una condición ESTACIONARIA  en su crecimiento económico, debido a rendimientos marginales positivos pero significativamente decrecientes, todo ello a causa de que los malos gobiernos de Veracruz NO le invirtieron en infraestructura estratégica en vías de comunicación para superar el “encapsulamiento económico” que se registra en las 7  ciudades principales de cada ZM: Poza Rica, Xalapa, Veracruz, Orizaba, Córdoba, Minatitlán y Coatzacoalcos.

En su caso, si como ha declarado la gobernadora Nahle, este nuevo gobierno invierte en infraestructura estratégica vial y se orienta la inversión a ampliar la base económica territorial de las metrópolis veracruzanas; es decir, hacer funcional la integración municipal de los nodos urbanos centrales con el resto de sus municipios de cada metrópoli, el crecimiento económico de Veracruz, en tan solo un año, podría llegar al triple del registrado al momento, ya que se activarían beneficios inmediatos como la generación de empleos, incubación de nuevas empresas y escalamiento de las micro empresas de Veracruz hacia Unidades Económicas (UE) de mayor tamaño (hoy el 83% de las UE de Veracruz son microempresas, con cuando más 5 trabajadores); y con todo ello lograr abatir la pobreza en la entidad, tanto de las áreas urbanas (cinturones de miseria) como de las rurales y municipios de alto componente étnico; pero sobre todo, ahí está un nicho de oportunidad para generar de manera inmediata nuevos empleos a partir de que se extienda la dinámica económica de los municipios centrales a toda el área metropolitana.

Por otra parte, es claro que se requiere en el plazo inmediato enfocar el problema territorialmente; por ello, en la entidad es conveniente impulsar una estrategia regional y municipal para atender a posibles familias de repatriados, con políticas públicas orientadas a la generación de empleos para estos migrantes, servicios médicos, educación, alojamiento, entre otros aspectos socioeconómicos relevantes. La alternativa para activar las economías municipales tanto del ámbito urbano como del rural ya existen, incluso son puntuales y documentadas en investigaciones de campo que hemos publicado, pero la micro lucha entre los partidos políticos, grupos de poder y posiciones ideológicas de la clase política veracruzana, les ha impedido conocer este caudal de propuestas que hemos venido construyendo por más de 5 años, el grupo de académicos que represento.

Por el momento, todo apunta que el problema mayor está en los siguientes  municipios de perfil rural: Coscomatepec con 503, las Choapas con 384, Mariano Escobedo con 346,  San Andrés Tuxtla con 317, La Perla con 316, Martínez de la Torre con 288, Playa Vicente con 267, Tierra Blanca con 258. Entre los municipios de alto componente indígena sobresalen los siguientes: Zongolica con 185, Soledad Atzompa con 175, Maltrata con 172, Papantla con 170, Coyutla con 130 y Uxpanapa, a la altura del Proyecto del Istmo de Tehuantepec, con 100.

Debe precisarse que las investigaciones que hemos realizado, apuntan hacia que el mayor problema está en 32 (el 15%)  de los 212 municipios de la entidad; en ellos se concentra más de 55% de los 13, 465 veracruzanos repatriados. Ojalá y los nuevos funcionarios estatales logren trascender de la tradicional micro lucha política, propia de los países tercermundistas, que tanto daño ha hecho a Veracruz, y tengan la grandeza, así como la “altura de miras”, para centrarse en la atención de problemas estructurales de la economía veracruzana, que son la base del desarrollo y el progreso al que aspiramos los veracruzanos: confiemos en el nuevo gobierno, otorguemos a esta nueva administración gubernamental el beneficio de la duda, por el momento les deseo tengan un estupendo 2025.