lunes, enero 20, 2025

Trump, apocalíptico

Lo último

Nunca se había generado en nuestro país una expectativa similar a la de ahora a causa de un relevo presidencial en los Estados Unidos, pero no es difícil identificar las causas motoras de esa intrigante cuestión: una debiera atribuirse a la notoria polarización que invade al ánimo de diversos sectores sociales y políticos de México respecto a su relación con el gobierno de la república; otro de no menor relevancia refiere a la vorágine reformista reflejada en sustantivos cambios en el texto de la Constitución General de la República; sin embargo, otro de medular importancia deviene de quienes haciendo oposición a la denominada Cuarta Transformación carecen de fuerza en su convocatoria para allegarse la adhesión de sectores más amplios de la población y opinan que, con Trump en la presidencia de los EEUU, el gobierno de nuestro país se ocupará más en atender las exigencias trumpistas y relajará sus ataques a la oposición, buscando incluso su respaldo. Porque, efectivamente, el ascenso de Trump a la presidencia de los Estados Unidos de América preocupa por su actitud agresiva con nuestro país, reflejada en sus pronunciamientos sobre las políticas económica, migratoria y de seguridad que interrelacionan a México con aquel país. La política de “abrazos y no balazos” implementada por el gobierno de AMLO es un sustantivo antecedente que probablemente integra un grueso expediente de la información que allá poseen relativa al trasfondo de esa “estrategia” de seguridad, lo cual origina que desde allá diseñen políticas que obligan a nuestro gobierno a tomar el toro por los cuernos. Ya tomó posesión de su cargo Donald Trump, en su discurso poco de nuevo encontramos que no fuera para repetir lo que ha venido declarando en cuanto a los aranceles, su lucha antinmigrante y los cárteles de la delincuencia organizada. Ya presidente confirma con hechos aquellos adelantos retóricos. No la tiene fácil nuestro gobierno para lidiar con un presidente de la potencia económica y militar más grande de este planeta, y es nuestro vecino.

Pero ¿por qué tan elevada expectativa en México? Ya identificamos a la polarización como una de las causas; por esa circunstancia quienes no coinciden ideológica ni políticamente con el gobierno de la presidenta Sheinbaum se suman a la expectativa de lo que Trump pretende imponer a nuestro país, acaso suponen que de esa manera aprovecharán para crecer en su convocatoria oposicionista, sin detenerse en pensar que la embestida de Trump afecta a los intereses de nuestro país, no solo al gobierno de la república. Porque en realidad no es la hora de festejar los problemas que enfrentará el gobierno de México con Trump en frente sino de buscar la manera de que sus acciones nos afecten lo menos posible. La expectativa respecto de Trump ya comienza a convertirse en realidad, ahora esperamos que los operadores de nuestra política exterior alcancen un aceptable nivel de negociación que nos permita eludir eficientemente los obuses del nuevo gobierno estadounidense.  

Relacionados

Columnistas