En el partido en el gobierno, MORENA, la disputa interna entre los diferentes grupos que lo integran está al rojo vivo, la realidad es muy elocuente y basta con observar las redes sociales para comprobarlo, pero el dato duro lo revela la actitud de quienes, como el gobernador interino de Chiapas, traducen sus pugnas a través de acusaciones de elevado calibre, porque ese rango alcanza su misiva remitida a las autoridades de los Estados Unidos donde solicita se investigue a Rutilio Escandón, exgobernador de Chiapas, por sus presuntos vínculos con la delincuencia organizada; ese gesto sería como llamado a misa si Escandón no hubiera sido propuesto por la Sheinbaum para el consulado de México en Miami. Grave asunto porque abona a la declaración del presidente Trump relativa a que en nuestro país buena parte de su territorio es dominado por los cárteles delincuenciales. Lamentablemente, ese fuego amigo se produce en tiempos en los que el gobierno mexicano está sometido a duras presiones provenientes desde afuera y también desde adentro.
Porque fuego amigo también puede ser considerada la difusión en redes sociales de contratos de supuesto matiz irregular otorgados en Dos Bocas durante la administración de la actual gobernadora de Veracruz; y también la jugada de tres bandas en el senado de la república donde Adán Augusto propicia para el senador Yunes Márquez la presidencia de la muy importante Comisión de Hacienda, por lo que en respuesta a pregunta sobre este asunto la gobernadora Rocío Nahle responde “que cada quien asuma las consecuencias de sus actos”. Porque Rocío Nahle es un importante cuadro político de MORENA y debe entenderse, por los antecedentes del caso, que Adán Augusto lo sabe, que incluso tampoco desconoce el renombrado episodio sobre el “viejo guango”, sin embargo, tomó su decisión y sus motivos tendrá. Tampoco pasa inadvertido el sordo enfrentamiento entre Adán Augusto y Monreal, ni de este con el diputado Cuellar, todo encaja en los explicables ajustes en un gobierno donde la camisa de fuerza impuesta a la titular del poder ejecutivo es tan estrecha que cualquier movimiento es notable. ¿Cuántos en MORENA no quisieran fuera de Sinaloa a Rocha Moya? Pero la nomenclatura de ese partido ya lo afilió en su lista de militantes sin importar el riesgo que ese paso significa en tiempos de expedientes cuyo contenido pudiera cimbrar al país. Pero MORENA es un partido en crecimiento y busca reafirmar su consolidación, pues en solo 10 años de existencia ya ganó en dos ocasiones la presidencia de la república, gobierna en 24 entidades federativas, forma mayoría en casi todas las legislaturas estatales y, haya sido como haya sido, alcanza la mayoría calificada en el Congreso federal. Tales son los hechos.