Y uno se pŕegunta, ¿acaso los de Morena no leen los periódicos? Zuridey Hernández Chacha se inscribió sin ningún problema como aspirante a la candidatura para contender por la alcaldía de Santiago Tuxtla. Sin embargo, la señorita ha sido señalada de tener vínculos con líderes del crimen organizado. Desde octubre de 2024, mes en que fue detenido Juan Alejandro Sosa, apodado “El Sencillito”, Zuridey Hernández ha estado bajo la lupa de los medios de comunicación. Y es que los vecinos de la zona de los Tuxtlas están bien enterados y saben que la señorita fue pareja sentimental de “El Sencillito”. Este sujeto es señalado por ser jefe de plaza de un grupo de la delincuencia organizada en los Tuxtlas. En octubre de 2024 “El Sencillito” fue detenido junto a otras personas acusadas de delitos contra las instituciones. La detención ocurrió en el rancho La Joya, y por los vehículos y armas que le encontraron, las autoridades llegaron a la conclusión de que “El Sencillito” estaba siendo protegido por elementos de la policía municipal de Santiago Tuxtla. Y es que la alcaldesa de ese municipio, Brianda Kristel Hernández Topete, es prima de Zuridey Hernández. Pues esta señorita quiere ser alcaldesa de Santiago Tuxtla, apoyada por su prima y por Juan Javier Gómez Cazarín, otro amigo de malandros. Para librarse de estas acusaciones Zuridey Hernández ya fue a la fiscalía a hacerse la víctima, a decir que la están atacando por ser mujer. No señorita, los medios sólo están haciendo énfasis en sus romances de antaño, sus vínculos con sujetos generadores de violencia.
“El que a hierro mata, a hierro muere” Trasciende renuncia de la fiscal espuria. Sólo falta saber, ¿quién es el valiente que se ganó la rifa del tigre?
Independientemente de ser cierta o no la renuncia de Verónica Hernández Giadáns, la señora sabe que ella está liquidada. La fiscal espuria sabe que “quien a hierro mata, a hierro muere”. Ella está consciente de la campaña de desprestigio que han llevado a cabo en su contra, una campaña en la que se han valido de “Solecito”, como lo hicieron con el fiscal Jorge Winckler; se valieron hasta de la inútil Comisión Estatal de Derechos Humanos. Pero no hacía falta, razones para renunciar a Hernández Giadáns sobran. La señora, empleada del Bola 8, ese malandro que tuvimos de secretario de Gobierno, se prestó para las venganzas personales de Cuitláhuac García, se prestó para el deleite de Eric Cisneros. La fiscal espuria inventó delitos a los adversarios del gobierno en turno, persiguió a capricho a quienes consideraba enemigos incómodos de la Cuarta Transformación. Para colmo, la señora nunca prestó atención a los grupos legítimos de madres buscadoras, los desdeñó, hasta se burló de su dolor. Si renunció o no Verónica Hernández Giadáns eso es irrelevante, la señora ya está fuera de la Fiscalía del Estado de Veracruz. Lo que resta ahora es saber quién quedará en el cargo, quién se echará ese trompo a la uña. ¿Quién es el valiente que se ganó la rifa del tigre?
La tianguista Claudia Tello dice: “No estamos dando entrevistas”. La secretaria de educación se cree eso de que “calladita se ve más bonita”. Y pues no
Claudia Tello, la tianguista que despacha en la oficina principal de la Secretaría de Educación, sigue al pie de la letra la máxima que dice: “Calladita te ves más bonita”. Y es que la señora, quien estuvo presente en el Parque Juárez en la ceremonia que conmemora el 108 aniversario de la promulgación de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, no quiso responder a los cuestionamientos de los compañeros periodistas. Los reporteros, atentos a su trabajo le hicieron preguntas básicas, no preguntas políticas, sólo preguntas sobre su trabajo administrativo. Uno de ellos preguntó sobre la falta de maestros y director de la Escuela Secundaria General Número 5 “Manuel R. Gutiérrez. Otro preguntó sobre la falta de pago de las cuotas a las organizaciones sindicales con las que la SEV mantiene relación laboral. Sin embargo, la tianguista se siguió de largo, muy oronda, sin contestar las preguntas. “No estamos dando entrevistas”, fue lo único que dijo, violando con esto el derecho a la información que tenemos los ciudadanos. La señora olvida que es empleada de los veracruzanos y que todos los días tiene que rendir cuentas y responder a los cuestionamientos sobre su trabajo. Pero la necesidad de “verse bonita” la obligan a guardar silencio, como si de verdad fuera cierto el dicho de que “calladita se ve más bonita” y la verdad es que no.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra