Agencias/Sociedad 3.0
El Senado de la República aprobó por unanimidad la solicitud de la presidenta Claudia Sheinbaum para permitir el ingreso de 10 elementos del Ejército de Estados Unidos a territorio mexicano. Su misión será participar en el adiestramiento de las fuerzas especiales de la Secretaría de Marina (Semar), en el Centro de Capacitación y Adiestramiento de Infantería de Marina en San Luis Carpizo, Campeche. El programa se llevará a cabo del 17 de febrero al 28 de marzo de 2025.
Cooperación militar sin violación a la soberanía
Durante la discusión, la senadora Lilly Téllez, del Partido Acción Nacional (PAN), respaldó la medida, destacando que la colaboración militar entre México y Estados Unidos no compromete la soberanía nacional.
“Vemos que no hay invasión porque vengan fuerzas estadounidenses a cooperar con las mexicanas. No hay ninguna violación a la soberanía, la patria no se vendió ni se sometió”, expresó.
No obstante, Téllez criticó la estrategia de seguridad del actual gobierno y cuestionó por qué no se permite una cooperación más amplia con Estados Unidos para combatir a los cárteles.
“Está claro que se puede cooperar sin sometimiento. Morena ha dejado indefensos a los mexicanos ante la violencia del crimen organizado”, sentenció.
Además, enfatizó el poder de los grupos delictivos en el país y señaló la falta de acciones contundentes por parte del gobierno.
“Matan, torturan, secuestran, extorsionan, asesinan niños y devastan comunidades. Mientras la mayoría de los mexicanos los considera terroristas, en Morena insisten en que no lo son”, subrayó.
PRI destaca fortalecimiento de la seguridad nacional
Por su parte, el senador Rolando Zapata Bello, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), presentó el proyecto de decreto y destacó que esta cooperación con EE.UU. representa una oportunidad para fortalecer la seguridad nacional.
“Damos la bienvenida a esta colaboración con Estados Unidos como un aliado estratégico. Su éxito dependerá de una gestión cuidadosa que refuerce nuestros principios democráticos”, enfatizó.
Además, aseguró que la medida fue analizada cuidadosamente para garantizar el respeto a la soberanía nacional y que contribuirá a mejorar las capacidades de las fuerzas de seguridad mexicanas.
La aprobación de este programa de adiestramiento militar marca un nuevo episodio en la relación bilateral de seguridad entre México y Estados Unidos, en un contexto donde el debate sobre la lucha contra el crimen organizado sigue dividiendo posturas en el país.