Un conductor de autobús escolar en una zona rural del centro de Pennsylvania fue suspendido tras colocar un cartel que prohibía a los estudiantes hablar español dentro del vehículo. El cartel, escrito a mano, decía: «Por respeto a los estudiantes que sólo hablan inglés, ¡No se permitirá hablar español en este autobús!»
Rohrer Bus, la empresa encargada del transporte, confirmó que el aviso no fue autorizado y no refleja sus políticas. El conductor fue suspendido mientras se lleva a cabo una investigación.
La superintendente escolar del distrito, Christie L. Holderman, calificó el cartel como inapropiado y enfatizó que las acciones del conductor no representan los valores del distrito escolar. El incidente ocurre en un contexto de creciente «hispanofobia» en Estados Unidos, con otros incidentes reportados desde la presidencia de Donald Trump.