miércoles, febrero 26, 2025

Xalapa, La Ciudad del Caos.

Ciudad Atrapada: La Movilidad en Crisis (1ª. Parte)

Expresión Ciudadana

Carlos A. Luna Escudero

Con este primer artículo sobre Xalapa, iniciamos una serie de trabajos a la que hemos denominado “Xalapa, la Ciudad del Caos”. Será un conjunto de análisis sobre los principales problemas de la ciudad y de sus habitantes. Estos trabajos, siempre sustentados en información verificable, en experiencias personales y en proyectos propuestos por profesionales de diversas disciplinas, tienen el propósito de desarrollar diagnósticos objetivos y propuestas viables para el desarrollo sustentable de la capital estatal.

En esta primera colaboración iniciamos con uno de los problemas torales que enfrentamos: La movilidad urbana, que estará compuesto de dos partes: el diagnóstico y algunas propuestas que se consideran posibles para mejorarla.

La movilidad urbana es el movimiento de personas y bienes dentro de las ciudades, utilizando distintos medios de transporte, como el automóvil, el transporte público, la bicicleta o simplemente a pie. No se trata solo de desplazarse, sino de hacerlo de manera eficiente, segura y sostenible. Sin embargo, en muchas ciudades, la movilidad se ha convertido en un problema que afecta la calidad de vida de sus habitantes.

Para comprender el caos vial de Xalapa, basta con observar su crecimiento desordenado. La capital de Veracruz se ha expandido sin una planeación efectiva en movilidad. Se han diseñado ciclovías sin estudios de viabilidad, las rutas de autobuses parecen obedecer a intereses particulares más que a un análisis de origen y destino, y la infraestructura vial sigue siendo la misma de hace décadas, a pesar del incremento exponencial de vehículos.

Sólo destaca el gran trabajo que hizo el alcalde Ricardo Ahued en materia de pavimentación de calles, que continúa Alberto Islas y dos puentes sobre la avenida Lázaro Cárdenas, muy mal construidos por la administración estatal pasada.

El transporte público en Xalapa también es otra de las mayores preocupaciones para habitantes y autoridades. Con una demanda de pasajeros que supera las 344 mil personas por día, la ciudad enfrenta serios problemas de movilidad.

Proyectos ambiciosos como el Tren Ligero Urbano o el BRT (autobús de tránsito rápido), han quedado en el olvido, mientras que miles de taxis rebasan su vida útil permitida, y las calles siguen abarrotadas de automóviles particulares. La pregunta es: ¿hacia dónde vamos?

Según el Programa de Ordenamiento Territorial de Xalapa, en 2021 circulaban en la ciudad más de 163 mil automóviles particulares, 24 mil motocicletas, casi 12 mil taxis y apenas 1,475 autobuses urbanos. Lo alarmante es que un porcentaje significativo de estos vehículos ya debería estar fuera de circulación. Una solicitud de acceso a la información reveló que más de 11 mil taxis han sobrepasado su límite de 10 años de vida útil, pero siguen operando debido a la falta de controles y regulación efectiva.

Actualmente, Xalapa cuenta con 41 rutas de transporte colectivo. En 2020, el 35.7% de la población utilizó camión, taxi, combi o colectivo como su principal medio de transporte al trabajo. En cuanto a los medios de transporte para ir al lugar de estudios, el 57% de la población utilizó estos mismos medios de transporte, según el Censo de Población y Vivienda del INEGI (Cuestionario Ampliado).

El crecimiento urbano ha privilegiado el uso del automóvil, dejando en segundo plano la infraestructura para peatones y transporte público.

Esto ha generado:

  • Congestión vial: La mayoría de los viajes son de corta distancia, pero se realizan en auto con baja ocupación.
  • Contaminación ambiental: Las emisiones de los vehículos afectan la salud pública y contribuyen al cambio climático.
  • Falta de alternativas viables: El transporte público insuficiente y la carencia ejes viales, circuitos intercolonias y de ciclovías desalientan opciones más sostenibles.

Un estudio reciente realizado por los alumnos de la Universidad IVES con respecto a la movilidad en nuestra ciudad, revela que en promedio 450 mil habitantes xalapeños y de los municipios aledaños, que se trasladan a sus trabajos, estudios, o cualquier otro motivo, pierden hasta 2 horas diarias para llegar a sus destinos, provocando grandes pérdidas en horas-hombre.

En efecto, si se multiplica el costo de dos horas por persona que se pierden en traslados por la parte proporcional del costo del salario mínimo vigente en esta zona económica de 8 horas de trabajo ($ 278.80), se tiene que se pierden por ello $ 69.70 pesos diarios por ciudadano que se moviliza en Xalapa, alcanzando una pérdida de 31 millones 365 mil pesos diarios, que al multiplicarlos por los 30 días del mes y luego por los 12 meses del año, se pierde en horas-hombre una estratosférica cantidad que supera los 11 mil millones de pesos al año. Cifras gruesas que sin embargo, nos permite calcular el tamaño del grave problema que en este rubro enfrentan los xalapeños.

Este simple ejercicio matemático ejemplifica muy bien la urgente necesidad de atender el rezago de la movilidad que existe en nuestra capital. Con la suma de lo que se pierde en horas-hombre en 12 meses podría resolverse definitivamente los requerimientos en obras de infraestructura urbana que necesita la ciudad.

Por otra parte, en varias ocasiones se ha hablado de soluciones para la movilidad en Xalapa. Una de las propuestas más sonadas fue la creación de un Tren Ligero que conectaría a Banderilla, Xalapa, Emiliano Zapata y Coatepec. Esta idea, que requería un proyecto serio, contemplaba una inversión de al menos 3 mil millones de pesos, nunca pasó de ser una idea sobre el papel. Un sueño guajiro pues.

El problema con estas iniciativas es que, al no haber continuidad en las administraciones, cada gobierno llega con sus propias propuestas y desecha lo que el anterior intentó implementar.

La frustración ciudadana aumenta cuando se dan cuenta de que su calidad de vida no mejora y que los mismos problemas persisten año con año. Administración estatal tras otra y el problema se agrava.

En 2021, el Ayuntamiento de Xalapa propuso restringir el acceso de los autobuses al primer cuadro de la ciudad para evitar la saturación del centro histórico. Sin embargo, la medida nunca se llevó a cabo. Otro proyecto que se mencionó fue la implementación de un sistema de BRT similar al Metrobús de la Ciudad de México, en la avenida Adolfo Ruiz Cortines, pero también quedó en el aire.

La falta de voluntad política y de inversión han impedido que Xalapa tenga un sistema de transporte eficiente. Mientras tanto, los ciudadanos siguen enfrentando tiempos de traslado excesivos, servicio deficiente y un caos vial que no parece tener solución.

Los habitantes de Xalapa no necesitan discursos vacíos ni promesas incumplidas. Necesitan soluciones concretas. Es momento de dejar de lado las propuestas fallidas y enfocarnos en una estrategia integral que permita a la ciudad y su zona metropolitana avanzar.

Lograr una movilidad más eficiente y sostenible requiere cambios en la infraestructura, políticas públicas y hábitos ciudadanos. Apostar por el transporte colectivo, la movilidad eléctrica y el rediseño de nuestras ciudades no es una opción, sino una necesidad. La pregunta ya no es si debemos hacerlo, sino cuándo y cómo.

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