Juegos de Poder
Lo dicho: Estados Unidos dejó de ser un socio confiable para México.
Nuestro país tiene un contrato firmado con el vecino del norte para que los flujos comerciales entre los países entren y salgan libres de aranceles: el T-MEC. No obstante, ayer se publicó un documento del Departamento de Seguridad Nacional del gobierno de Estados Unidos titulado: “Aviso de Implementación de Aranceles Adicionales sobre Productos de México de Conformidad con la Orden Ejecutiva 14194 del Presidente, Imponiendo Aranceles para Abordar la Situación en Nuestra Frontera Sur”.
El secretario de Seguridad Nacional ordena la imposición de un arancel de 25% a prácticamente todas las importaciones que provienen de México. Entrarán en vigor a partir del primer minuto de hoy, 4 de marzo de 2025.
Al momento de entregar este artículo, el gobierno de Trump no ha suspendido esta ordenanza, así que hoy podríamos regresar a un esquema de proteccionismo comercial no visto en América del Norte desde hace muchas décadas.
¿Cuál es la justificación para violar el T-MEC e imponer unilateralmente aranceles?
Expone el documento de marras: “El 1 de febrero de 2025, el Presidente [Trump] amplió el alcance de la emergencia nacional declarada en esa proclama para cubrir la crisis de salud pública por muertes debido al uso de fentanilo y otras drogas ilícitas, así como la falta de México para arrestar, incautar, detener o interceptar de otro modo a las organizaciones de tráfico de drogas, otros traficantes de drogas y personas, delincuentes en general y drogas. Además, el Presidente determinó que esta inacción por parte del gobierno mexicano constituye una amenaza inusual y extraordinaria, que tiene su origen, en gran parte, fuera de Estados Unidos, para la seguridad nacional, política exterior y economía del país”.
Están usando los aranceles para presionarnos en el tema particular del combate al tráfico de fentanilo. No se menciona, en el documento, el otro asunto que le importa a Trump, es decir, la migración de indocumentados.
Más allá de utilizar las tarifas como mecanismos de presión, estoy convencido de que Trump también las quiere para incentivar que diversas industrias vayan a invertir a Estados Unidos en lugar de México. Así lo ha dicho abiertamente: “Quieren evitar el arancel, vénganse aquí a producir”.
Y le está funcionando. Ayer, Reuters informó que “Honda decidió producir su Civic híbrido de próxima generación en el estado estadunidense de Indiana, en lugar de México, para evitar posibles aranceles sobre uno de sus modelos de automóviles más vendidos”.
El presidente de Estados Unidos tiene una perspectiva mercantilista sobre el comercio internacional. Piensa que se trata de un juego suma cero. Lo que gana uno, lo pierde otro. En este sentido, concibe el déficit comercial que tiene Estados Unidos con México (alrededor de 150 mil millones de dólares al año) como “un subsidio” de su país al nuestro. Lo que pierden ellos, lo ganamos nosotros. Es una visión anacrónica y falaz, pero es la que tiene Trump.
Hay que recordar que parte central de su electorado son los trabajadores de cuello azul que han venido perdiendo presencia e ingresos en las últimas décadas. No tanto por la globalización e integración comercial con México, sino por la robotización. Sin embargo, ellos tienen la idea de que el problema es la mudanza de fábricas al sur del Río Bravo, algo que ha explotado Trump en sus campañas prometiéndoles que esos trabajos regresarán a la Unión Americana. Los aranceles son una manera de enseñarle a este electorado que está cumpliendo sus promesas.
Según el banco Morgan Stanley, el impacto por la imposición de aranceles generalizados de 25% a México sería de entre dos y dos puntos y medio de menos crecimiento del Producto Interno Bruto. Si el Banco de México preveía un crecimiento anual este año del 0.6%, de ser verdad el pronóstico de Morgan Stanley, el PIB mexicano estaría decreciendo entre 1.4% y 1.9 por ciento. Estamos ya hablando de una recesión durante el primer año de gobierno de Sheinbaum.
Por su parte, BBVA Research proyectó que, de entrar en vigor los aranceles, la caída de la economía sería de 1.5% del PIB, con un posible efecto de depreciación del tipo de cambio que podría llegar a 24 pesos por dólar, aunque, eventualmente, regresaría a 23 a finales del 2025.
Mientras escribo esta columna, el peso se ha depreciado un poco, alcanzando una cotización de 20.74 pesos por dólar.
Muy malas noticias. La economía nacional venía enfriándose. Los aranceles de Trump la llevarán a una recesión. Urge encontrar nuevos motores de crecimiento. El gobierno debe hacer algo para abrir el apetito de invertir en México.
X: @leozuckermann