Agencias/Sociedad 3.0
Indira Navarro Lugo, representante del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, aseguró que han recibido amenazas tras dar a conocer el hallazgo de un campo de exterminio y crematorio clandestino en el rancho Izaguirre, en el municipio de Teuchitlán. En entrevista para Milenio, Navarro Lugo señaló que, aunque las amenazas son algo habitual en su labor, en esta ocasión fueron «algo más contundente».
Amenazas y desconfianza en las autoridades
Navarro Lugo evitó dar detalles específicos sobre las amenazas, pero enfatizó que la única institución en la que confían es la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
«Siempre hemos recibido amenazas por la labor que hacemos, pero en esta ocasión fue algo más contundente. No podemos dar muchos detalles, pero sabemos que nuestra seguridad está en riesgo», declaró.
La representante del colectivo también expresó su desconfianza hacia las autoridades locales y estatales, argumentando que no han recibido el apoyo necesario para garantizar su protección.
Mientras tanto, los trabajos de búsqueda y recolección de evidencias en el rancho Izaguirre continuaron este viernes. El pasado jueves, se registraron cuatro puntos con restos humanos dentro del lugar, lo que ha incrementado la gravedad del caso.
En el sitio hay presencia de la Guardia Nacional y elementos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), quienes realizan labores de peritaje y recolección de pruebas.
El rancho Izaguirre fue descubierto por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco después de recibir una llamada anónima. En el lugar se encontraron evidencias de un campo de exterminio, incluyendo restos humanos calcinados, prendas de vestir y objetos personales.
Este hallazgo ha generado conmoción a nivel nacional y ha puesto en evidencia la gravedad de la crisis de desapariciones forzadas y violencia en Jalisco, uno de los estados con mayor número de personas desaparecidas en México.
Navarro Lugo hizo un llamado a las autoridades federales y organizaciones internacionales para que intervengan y garanticen la seguridad de los colectivos de búsqueda, quienes realizan una labor fundamental en un contexto de alta peligrosidad.
«Necesitamos que nos protejan. No podemos seguir trabajando con miedo. Esto no es solo por nosotros, es por las familias que buscan a sus seres queridos», concluyó.